Los laboristas británicos aspiran a estrechar lazos con la UE sin reabrir las heridas del Brexit

01 de julio, 2024 | 03.25

Durante una década, abandonar la Unión Europea fue la cuestión que dominó la política británica. Hoy en día apenas se plantea. Claramente, así es como le gusta al líder del Partido Laborista, Keir Starmer.

Ha trabajado diligentemente para recuperar el apoyo de los votantes de la clase trabajadora, millones de los cuales fueron atraídos hace cinco años por la promesa del conservador Boris Johnson de "llevar a cabo el Brexit", cuando los laboristas hicieron campaña para dejar una vía abierta a la permanencia en la UE.

La recompensa de Starmer son las encuestas, que ahora le auguran una llegada a Downing Street como primer ministro esta semana, posiblemente con una mayoría histórica. Pero si llega, no podrá mantener el Brexit fuera de las noticias durante mucho tiempo.

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Su mandato se basará en estimular el crecimiento económico. Las empresas dicen que eso requeriría levantar algunas de las barreras que la salida británica de la UE ha dejado en el camino de su comercio. Y eso, a su vez, probablemente signifique reabrir las polémicas negociaciones con Bruselas.

Reino Unido abandonó finalmente la UE en enero de 2020 bajo el mandato de Johnson. En su determinación por pasar página tras el Brexit, los laboristas han descartado volver a formar parte del mercado único o de la unión aduanera de la UE. Pero dicen que todavía es posible eliminar las barreras comerciales con el bloque de 27 naciones, para ayudar a las empresas, en particular a las más pequeñas, que han luchado con costos más altos y papeleo.

Los laboristas no quieren "reabrir las heridas del pasado", dijo Jonathan Reynolds, el legislador laborista que parece estar destinado a convertirse en secretario de negocios en un gabinete Starmer.

"Está claro que necesitamos un acuerdo mejor y que podemos conseguir mejoras reales", dijo en un acto organizado el jueves por las Cámaras de Comercio Británicas (BCC, por sus siglas en inglés), el grupo de presión empresarial que ha dicho que los partidos deberían dejar de "andarse con pies de plomo" sobre las relaciones con la UE.

Una encuesta de la firma de contabilidad Menzies mostró que 1 de cada 3 empresas británicas quiere reabrir el acuerdo del Brexit alcanzado bajo Johnson, y 1 de cada 5 quiere que un nuevo gobierno se reincorpore al mercado único, con un 20% citando las barreras como resultado del Brexit como un factor que limita la expansión internacional.

SOCIO AFÍN

Una de las primeras promesas de los laboristas es buscar un acuerdo veterinario con la UE que reduzca los controles fronterizos de productos animales, un obstáculo para los ganaderos e importadores británicos. También quiere el reconocimiento mutuo de determinadas cualificaciones profesionales y un acceso más fácil para los artistas en gira.

Los laboristas los han presentado como avances relativamente sencillos que pueden conseguir sin reabrir el acuerdo del Brexit alcanzado bajo el mandato de Johnson.

Pero incluso esos pequeños pasos requerirían decisiones difíciles, dijo una fuente de la UE, hablando bajo condición de anonimato para discutir hipotéticas negociaciones futuras.

Un acuerdo veterinario exigiría que Reino Unido se sometiera a la resolución de disputas a través del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), dijo la fuente de la UE. Esto es un anatema para los defensores del Brexit, que lo consideran una violación de la soberanía británica.

"Trabajar con un socio de ideas afines, amigo y aliado es lo que todo el mundo quiere", dijo la fuente de la UE. "Pero la idea de tener los mismos beneficios que se obtienen como miembro del club se vuelve un poco más complicada".

Anand Menon, profesor de política y director del grupo de reflexión UK in a Changing Europe, dijo que los laboristas podrían estar juzgando mal el interés de la UE por renegociar tras años de enfrentamientos con los Gobiernos británicos.

El bloque ya tiene mucha tarea entre manos. Y mientras que Reino Unido podría querer mejorar cuestiones técnicas en áreas como la alimentación, Bruselas querría hablar de movilidad: facilitar que la gente viva y trabaje en Reino Unido, especialmente los jóvenes.

"Creo que habrá un gran cambio de estilo y algunos retoques de fondo", dijo Menon.

Los conservadores afirman que las políticas laboristas "desharían el Brexit", entre otras cosas sometiendo de nuevo a Reino Unido a las sentencias del TJUE.

En un debate celebrado esta semana, el primer ministro Rishi Sunak acusó a los laboristas de planear la vuelta a la libre circulación de personas en el marco de sus planes para lograr un mejor acuerdo del Brexit con la UE. Starmer dijo que rechazaría cualquier acuerdo con la UE que aumentara la inmigración.

El laborista Reynolds dijo que quería mejorar la situación comercial al tiempo que se ofrecen beneficios al bloque: "No es necesariamente fácil, pero hay una negociación, hay un proceso que puedo ver que ofrece esas cosas".

Con información de Reuters