Con el apoyo de Biden, Harris se prepara para la Casa Blanca

22 de julio, 2024 | 03.36

La vicepresidenta Kamala Harris no perdió tiempo en lanzar su campaña presidencial para 2024, buscando el apoyo de sus compañeros demócratas con el respaldo del presidente Joe Biden después de que este se retirara de la carrera ante la inquietud por su edad y su salud.

Responsables y socios de campaña de Harris hicieron cientos de llamadas en su nombre el domingo, instando a los delegados a la convención del Partido Demócrata del próximo mes a apoyar su nominación a la presidencia en las elecciones del 5 de noviembre frente al republicano Donald Trump.

Múltiples fuentes dijeron que las llamadas, destinadas a bloquear a posibles aspirantes demócratas, comenzaron casi inmediatamente después de que Biden, de 81 años, abandonara la carrera.

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Al mismo tiempo, presidentes de los partidos estatales demócratas respaldaron a Harris en una llamada telefónica, según dijeron varios participantes.

Harris habló con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, posible compañero de fórmula para la vicepresidencia, con el líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y con el presidente del Caucus Negro del Congreso, el representante Steven Horsford, dijo una fuente familiarizada con el asunto.

Harris, una mujer de 59 años, negra y de ascendencia asiática, crearía una dinámica totalmente nueva con Trump, de 78 años, ofreciendo una clara línea divisoria generacional y cultural.

Estados Unidos aún no ha elegido a una mujer presidenta en sus 248 años de historia.

"Harris será más fácil de batir que Joe Biden", afirmó Trump en la CNN poco después del anuncio de Biden.

Biden, la persona de más edad que ha ocupado el Despacho Oval, dijo que seguiría en la presidencia hasta que termine su mandato el 20 de enero de 2025, al tiempo que respaldó a Harris para que se presente a las elecciones presidenciales en su lugar.

La Casa Blanca dijo que Harris pronunciaría un discurso en el Jardín Sur a las 11:30 a.m. ET (1530 GMT) el lunes en un evento de celebración de los equipos campeones universitarios 2023-24 de la NCAA.

Ante las crecientes dudas sobre su agudeza mental, Biden es el primer presidente en ejercicio que renuncia a la nominación de su partido para la reelección desde el presidente Lyndon B. Johnson durante la guerra de Vietnam en marzo de 1968.

La retirada de Biden deja a su sustituto con menos de cuatro meses para hacer campaña. Destacados demócratas, entre ellos posibles contrincantes de Harris como el gobernador de California, Gavin Newsom, respaldaron de inmediato a la vicepresidenta.

"Mi intención es ganarme esta nominación", dijo Harris en un comunicado. "Haré todo lo que esté en mi mano para unir al Partido Demócrata —y unir a nuestra nación— para derrotar a Donald Trump."

A pesar de la temprana muestra de apoyo a Harris, las conversaciones sobre una convención abierta cuando los demócratas se reúnan en Chicago del 19 al 22 de agosto no se acallaron del todo.

La expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el expresidente Barack Obama no anunciaron su apoyo, aunque ambos elogiaron a Biden.

Otros dos posibles aspirantes —la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el gobernador de Kentucky, Andy Beshear— no mencionaron a la vicepresidenta en sus declaraciones.

Con los demócratas adentrándose en territorio desconocido, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, dijo que el partido anunciaría pronto los siguientes pasos en su proceso de nominación.

Lo cierto es que la retirada de Biden ha vuelto a remodelar una contienda por la Casa Blanca convulsionada en repetidas ocasiones durante el último mes.

El 27 de junio, la mala actuación de Biden en un debate con Trump llevó a muchos demócratas a instarle a abandonar. Después, el 13 de julio, un hombre armado intentó asesinar al expresidente Trump.

Y la semana pasada, Trump nombró al senador republicano de línea dura J.D. Vance, de 39 años, como su compañero de fórmula para la vicepresidencia.

DEFENSORA DEL DERECHO AL ABORTO

Exfiscal general de California y exsenadora de Estados Unidos, Harris se presentó sin éxito a la candidatura presidencial del Partido Demócrata en 2020.

Biden ganó la nominación, eligió a Harris para ser su vicepresidenta y se impuso a Trump.

Harris se ha manifestado abiertamente a favor del derecho al aborto, un tema que resuena entre los votantes más jóvenes y los progresistas.

Se espera que se ciña en gran medida al manual de política exterior de Biden en cuestiones como China, Irán y Ucrania, pero podría adoptar un tono más duro con Israel en relación con la guerra de Gaza si encabeza la candidatura demócrata y gana las elecciones de noviembre.

Sus defensores sostienen que Harris motivaría a esos votantes, consolidaría el apoyo de la población negra y aportaría su aguda capacidad de debate para llevar adelante la campaña contra el expresidente.

Pero a algunos demócratas les preocupa una candidatura de Harris, en parte por el peso de una larga historia de discriminación racial y de género en Estados Unidos.

Las encuestas muestran que Harris no obtiene mejores resultados estadísticos que Biden frente a Trump.

En un cara a cara, Harris y Trump estaban empatados con un 44% de apoyo cada uno en una encuesta de Reuters/Ipsos realizada los días 15 y 16 de julio, inmediatamente después del atentado contra Trump del 13 de julio.

Trump aventajaba a Biden por 43% a 41% en esa misma encuesta, aunque la diferencia de 2 puntos porcentuales no era significativa teniendo en cuenta el margen de error de 3 puntos de la encuesta.

La campaña de Biden disponía de 95 millones de dólares a finales de junio, según una declaración ante la Comisión Federal Electoral. No existe un acuerdo entre distintos expertos en leyes de financiación de campañas sobre la facilidad con que ese dinero podría ser transferido a una campaña dirigida por Harris.

Pequeños donantes recaudaron más de 46,7 millones de dólares en ActBlue en las primeras cinco horas de la campaña presidencial de Harris, según informó la plataforma de recaudación de fondos en X el domingo.

CAMBIO DE ÚLTIMA HORA

Biden, que dijo que se dirigiría a la nación esta semana, no ha sido visto en público desde que dio positivo por COVID-19 la semana pasada. Se encontraba aislado en su casa de Rehoboth Beach (Delaware).

"Aunque mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me centre únicamente en cumplir con mis obligaciones como presidente durante el resto de mi mandato", escribió Biden en X.

Los republicanos del Congreso argumentaron el domingo que Biden debería dimitir como presidente inmediatamente, lo que entregaría la Casa Blanca a Harris y situaría al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, como siguiente en la línea sucesoria.

"Si es incapaz de presentarse a presidente, ¿cómo es capaz de gobernar ahora mismo? Quedan cinco meses de gobierno. Es una preocupación real, y es un peligro para el país", dijo Johnson a CNN el domingo antes del anuncio de Biden.

Durante la campaña de 2020, Biden se describió a sí mismo como un puente hacia la próxima generación. Algunos interpretaron que eso significaba que cumpliría un solo mandato, una figura de transición que venció a Trump y devolvió a su partido al poder.

Pero Biden decidió presentarse a la reelección, creyendo que podría volver a vencer a Trump. Su campaña ya estaba pasando apuros y se metió en serios problemas después de que su actuación en el debate suscitara serias dudas sobre su capacidad para ganar las elecciones o seguir siendo presidente otros cuatro años.

Con información de Reuters