El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apoyó la candidatura de Kamala Harris para liderar la lucha por la Casa Blanca contra el republicano Donald Trump con un discurso en el que elogió a su vicepresidenta como la mejor esperanza para preservar la democracia estadounidense.
Biden ocupó el centro del escenario en la noche inaugural de la Convención Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), arrancando una prolongada ovación de pie de los fieles del partido y pronunciando un discurso de despedida al partido al que ha servido durante medio siglo, a pesar de que le quedan cinco meses en el cargo.
Secándose las lágrimas tras ser presentado por su hija Ashley, Biden saludó a la multitud que portaba carteles que decían: "Te queremos Biden". Radiante, respondió: "Los quiero a ustedes".
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"¿Están preparados para votar por la libertad? ¿Están preparados para votar por la democracia y por Estados Unidos? Déjenme preguntarles, ¿están listos para elegir a Kamala Harris y Tim Walz?", dijo Biden.
Lanzando múltiples ataques a Trump, Biden prometió ser el "mejor voluntario" que Harris y Walz, gobernador de Minnesota y su compañero de fórmula para la vicepresidencia, hayan visto jamás.
El discurso de Biden en Chicago dio inicio a un acto de cuatro días alimentado por el entusiasmo por Harris y el alivio de que Biden abandonara su propia candidatura a la reelección y la apoyara para sustituirle.
La renuente decisión del presidente estadounidense de dar un paso al lado el 21 de julio se produjo tras la fuerte presión de los líderes del partido, que temían que el titular, de 81 años, fuera demasiado viejo para ganar o servir cuatro años más.
"Me encanta el trabajo, pero amo más a mi país", dijo Biden, provocando cánticos de "Te queremos Joe".
Biden, quien fue el número dos del primer presidente negro del país, Barack Obama, está instando a los demócratas a unirse en torno a una candidata que, de triunfar el 5 de noviembre, se convertiría en la primera mujer, también negra y sudasiática, en ser elegida presidenta de Estados Unidos.
Harris llega a la convención en medio de un torbellino histórico: su campaña ha batido récords de recaudación de fondos, ha llenado estadios de simpatizantes y ha logrado que los sondeos de opinión en algunos estados disputados se decanten a favor de los demócratas.
Biden se abrazó a ella en el escenario tras su discurso del lunes.
Hace apenas un mes, Biden esperaba pronunciar un discurso de alto nivel a finales de esta semana para aceptar la candidatura demócrata para otro mandato de cuatro años. En lugar de ello, viajará a California de vacaciones.
Biden abandonó su candidatura a la reelección después de que su desastrosa actuación en el debate contra Trump el 27 de junio llevara a aliados de larga data, grandes donantes y otros partidarios del partido a exigirle que se hiciera a un lado.
En su discurso, Biden ensalzó los logros de su Gobierno —impulsar la economía estadounidense y reforzar las alianzas de Estados Unidos en el extranjero— y abogó por que los estadounidenses eligieran a Harris como su sucesora en la Casa Blanca.
Condenó el racismo y la supremacía blanca que siguen asolando Estados Unidos, afirmando que no tienen cabida en el país.
Contrapuso a Harris, la fiscal, con Trump, un delincuente convicto, y catalogó lo que llamó los fracasos del expresidente en política exterior, acusándolo de doblegarse ante el presidente ruso, Vladimir Putin, y de dejar la OTAN hecha trizas.
Biden arremetió contra Trump por llamar a Estados Unidos un país fracasado. "Él es el perdedor", dijo Biden con fervor.
A diferencia de la mayoría de los oradores anteriores en el programa, Biden reconoció la ira de miles de manifestantes propalestinos que se reunieron fuera de la sala de convenciones el lunes, diciendo que ha estado trabajando sin parar para lograr un alto el fuego.
"Esos manifestantes en la calle tienen razón", dijo. "Mucha gente inocente está muriendo en ambos bandos".
A primera hora del día, miles de manifestantes se congregaron en un parque cercano para presionar a los delegados para que retiraran el apoyo militar del partido a la ofensiva israelí contra Gaza.
Los manifestantes propalestinos eran menos de las decenas de miles que los organizadores habían previsto, pero un grupo disidente abandonó la marcha principal y rompió un perímetro de seguridad cercano al centro de convenciones, lo que atrajo a la policía antidisturbios, que detuvo a cuatro personas.
Con información de Reuters
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