El Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) y el Ministerio de Turismo y Culturas de La Rioja anunciaron el descubrimiento de una escalinata incaica en el noroeste de la provincia, específicamente en Tambería del Inca, ubicado en Chilecito. Este hallazgo arqueológico pertenece a la red vial del Tahuantinsuyo, también conocida como Qhapaq Ñan, el sistema de caminos de la civilización incaica que vinculaba las ciudades importantes de la costa y de la sierra.
En comunicación con El Destape, el arqueólogo e investigador Sergio Martín, especializado en la presencia inca en suelo riojano, contó que, si bien el hallazgo ya había sido descubierto en abril, esperaron siete meses para hacerlo público debido al trabajo de verificación por parte del instituto para corroborar su relevancia arqueológica.
"Este segmento del camino es de 16 kilómetros y va desde Chilecito a Famatina, dos localidades actuales. Resulta que tanto en Chilecito como en Famatina pasaba el camino Inca, y en Chilecito había un centro administrativo, político y religioso de los Incas, que es uno de los más grandes al sur de lo que abarcó su imperio, llamado Tambería del Inca", explicó.
En relación a la magnitud de este sector del camino, el investigador destaca principalmente el ancho del mismo, el cual llega hasta 12 metros. "Desde Perú hacia el sur, tanto en Bolivia, Chile y el noroeste argentino, no teníamos un segmento de las dimensiones que tiene este camino, por eso nos llamó poderosamente la atención", agregó.
No solo es el ancho del camino lo que llamó la atención de los arqueólogos, sino que además en la zona los caminos suelen tener escalones, lo que contrasta con las construcciones Incas de otras regiones. La explicación que encontraron desde el instituto va ligada a cuestiones religiosas. Existen dos plataformas ceremoniales, llamados apus sagrados, ubicadas en las alturas, una a los 6 mil metros en el Cerro General Belgrano, y la otra a casi 6 mil metros en el Cerro Overo. Ambos cerros están a menos de 10 kilómetros el uno del otro y se utilizaban para rituales religiosos.
"Es muy particular porque es un cordón que tiene este seis mil metros de altura en un contexto en el que no tendría que tenerlo. Habría que tener sierras más bajas como la formación geológica de las sierras pampeanas, pero las sierras de Famatina tiene una altura semejante a las cumbres de la cordillera", detalló Sergio.
La importancia de la región para el imperio
Toda esta historia recolectada y engranada por el trabajo de los arqueólogos deja en evidencia la importancia que tuvo la Tambería del Inca dentro del imperio incaico. Que el modelo de construcción sea distinto a cualquier otra zona del Qhapaq Ñan demuestra que el apartado religioso dentro de la zona era muy valuado por los Incas antiguamente.
Por otra parte, los desniveles formados por los escalones también son vistos como una forma de construcción estratégica para frenar la erosión de las lluvias y el desgaste por el uso diario, además de facilitar la tarea de subir 24 kilómetros empinados.
Esta red vial en su conjunto, fruto del trabajo de ingeniería Inca del siglo XV, fue declarado en 2014 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, gracias a una iniciativa impulsada por Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. "Esto deja en claro que la revelación de esta escalinata incaica no solo marca un hito en la comprensión de la antigua civilización inca, sino que también resalta la importancia de la región en la historia cultural y arqueológica de América Latina", aseguró Sergio.
Por último, destacó la presencia del Estado para que este hallazgo fuese posible, ya que "La Rioja, a través del Ministerio de Turismo y de Cultura, está suministrando toda la logística necesaria para que se lleve a cabo este proyecto".
"No siempre contás con los aportes de comunidad,de funcionarios y de gestores culturales como lo es el caso, por eso me parece importante recalcar el rol fundamental que tuvo el Estado para permitirnos llevar a cabo esto", finalizó.