En un esfuerzo por promover la diversidad, La Rioja se vistió de colores en la 14° Marcha del Orgullo LGBTTIQ+, donde la comunidad marchó y se expresó a favor de sus derechos. La convocatoria tuvo lugar en la ciudad capital, además de un gran acto en la ciudad de Chilecito.
En este sentido, la Plaza 25 de Mayo fue el punto de encuentro para esta movilización que inició a las 20:00, convocada por la asamblea diversa que organizó el evento. Durante todo el evento, se alzaron voces exigiendo la separación de la Iglesia y el Estado, así como una Educación Sexual Integral (ESI) más inclusiva.
Bajo esta misma línea, la comunidad conmemoró los 40 años de democracia, poniendo el foco los logros conseguidos en materia de diversidad y derechos. Del mismo modo, se rechazaron los discursos y acciones de odio que aún persisten hacia el colectivo.
Por otra parte, el escenario principal del evento fue bautizado en honor a Lorena Gacitúa, conocida como "La Pulula", quien fue una destacada activista trans de La Rioja, fallecida hace más de una década. Desde la comunidad riojana, la consideran como una impulsora fundamental de la marcha que se celebra desde hace 14 años en la provincia.
La marcha del orgullo en Argentina
Las marchas del Orgullo en Argentina se realizan en noviembre en homenaje a la fundación del colectivo “Nuestro Mundo”, el 1 de noviembre de 1967, la primera organización disidente del país y América Latina. A lo largo de los años, las consignas variaron fueron variando según el contexto social.
La marcha no solo celebra la diversidad, sino que también busca generar conciencia y promover cambios sociales y políticos para garantizar la igualdad y el respeto hacia estas personas, en contextos políticos donde se institucionalizan ciertos discursos de odio. Por ejemplo, en Estados Unidos, durante el mandato del expresidente Donald Trump, se registró un incremento alarmante en actos de violencia y discriminación hacia las personas LGBTQ+.
Es importante destacar que estos crímenes no solo representan actos individuales de violencia, sino que reflejan una problemática estructural arraigada en la sociedad, que requiere acciones concretas llevadas a cabo por las instituciones para prevenirlos y erradicarlos.