Argentina cuenta con 38 pueblos originarios distribuidos en todo el territorio nacional y 1653 Comunidades Indígenas de las cuales 192 se sitúan en Formosa. En esa provincia habitan los pueblos Toba (Qom), Pilagá y Wichí. Desde 1984, con la reglamentación de la Ley Integral del Aborigen, familias de las diferentes comunidades del distrito comenzaron a gozar de derechos tales como la posibilidad de aprender y desarrollarse en su propia lengua indígena, con la Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Este sistema de educación es una de las modalidades comprometidas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de niñas, niños, jóvenes de las comunidades originarias de Argentina.
En diálogo con El Destape, el coordinador provincial de esta modalidad educativa, Adrián Aranda expresó: “Es una de las 8 modalidades contempladas de la Ley de educación nacional para atender las necesidades educativas en la población indígena”. La Constitución Nacional y la Ley de Educación Nacional de Argentina reconocen el derecho de las comunidades indígenas a recibir educación bilingüe e intercultural, que incluye la enseñanza en sus lenguas y la incorporación de sus culturas en el proceso educativo.
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En la actualidad, Formosa cuenta con más de 320 instituciones educativas interculturales en las que trabajan alrededor de 600 docentes indígenas, según detalló Aranda. “Nuestra provincia es pionera en esta iniciativa para reconocer el derecho a la educación de los pueblos indígenas, en condiciones de igualdad y equidad de recursos”, expresó el funcionario formoseño.
Desde su puesta en práctica, los estudiantes formoseños tienen la posibilidad de aprender contenido curricular en español y en sus propias lenguas originarias. A su vez, el aprendizaje también se complementa de conocimientos ancestrales, espirituales y tradicionales, tal como sucede en la vida diaria de cada comunidad. “El trabajo es fortalecer la identidad de nuestras comunidades. Se trabaja sobre lo que significa ser indígena, no solo en el pasado sino también en la actualidad, mirando los procesos que se nos vienen”, explicó Aranda.
Además de las escuelas para los niños y adolescentes, Formosa también cuenta con dos institutos de formación docente para indígenas, quienes, una vez finalizada su carrera, se dedican a enseñar en las comunidades de la provincia. Dichas profesionales, que comparten el aula con los estudiantes y con las demás docentes, son denominadas “docentes memas”, según resaltó Adrián.
Por otro lado, el titular de la EIB en Formosa manifestó su preocupación por un posible triunfo del candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, que, desde el inicio de su campaña, se dedicó a cuestionar la eficacia de la educación pública en Argentina.
“Sería algo totalmente nefasto y un retroceso en los derechos de los pueblos. Ya lo vivimos en el gobierno macrista, que en el ámbito educativo hubo recorte presupuestario”, expresó Aranda. Con el recorte presupuestario también se perdieron “espacios de participación” y “líneas de trabajo” destinadas a los pueblos originarios de la provincia, según explicó el responsable de este sistema de educación. “Terminar con la educación pública es poner en riesgo los derechos ganados”, agregó.
Frente al temor que genera la posible idea de terminar con el sistema de educación pública en argentina, los jóvenes de los pueblos originarios de Formosa también debaten y se manifiestan al respecto. “En los momentos de debate ellos pudieron manifestar su preocupación por estas políticas que atentan a todo el campo social y dieron cuenta de un reconocimiento de que la única forma es con mayor democracia, participación, con equidad y justicia social”, concluyó Adrián.
Cómo funciona la EIB
En Formosa, la educación bilingüe intercultural se hace presente desde el nivel inicial en el cual se trabaja con parejas pedagógicas integradas por una mema y una docente de español. La formación se encuentra orientada específicamente sobre metodologías para la alfabetización bilingüe de las niñas y niños y la enseñanza se comparte con el español.
Cuando los niños pasan al nivel primario, se establecen horarios fijos destinados al aprendizaje de las lenguas originarias. La EIB se integra a la currícula y las menas ya no solo enseñan, sino que también evalúan. Una vez que llegan al nivel secundario, ya no hay un docente que acompaña a los niños, sino que la EIB integra un espacio curricular que tiene igual carga horaria que la enseñanza en español.
Este tipo de educación, es posible ya que Formosa se reconoce como “multicultural y plurilingüe” en su conformación, siendo la diversidad un aspecto central de la identidad de la provincia.