Las ventas de viviendas existentes en Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo en 14 años en septiembre, probablemente porque los posibles compradores esperaban tasas hipotecarias más bajas, mientras que los precios de la vivienda se mantenían elevados.
Las ventas de viviendas cayeron un 1,0% el mes pasado a una tasa anual desestacionalizada de 3,84 millones de unidades, el nivel más bajo desde octubre de 2010, dijo el miércoles la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las reventas de viviendas se mantendrían sin cambios en una tasa de 3,86 millones de unidades.
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Las reventas de viviendas, que representan una gran parte de las ventas de viviendas en Estados Unidos, disminuyeron un 3,5% interanual en septiembre. Las reventas de viviendas han luchado por recuperarse después de verse deprimidas por una subida de los tipos hipotecarios en primavera.
Las tasas hipotecarios cayeron inicialmente después de que la Reserva Federal empezara a recortarlos el mes pasado, pero han subido en las tres últimas semanas, ya que los sólidos datos económicos, como las ventas minoristas y las revisiones anuales de las cuentas nacionales, obligaron a los operadores a abandonar las expectativas de otro recorte de tipos de 50 puntos básicos el mes que viene.
Los compradores potenciales de vivienda se mantienen al margen, anticipando unos costes de endeudamiento aún más bajos.
La NAR especuló con la posibilidad de que las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre estén haciendo dudar a los posibles propietarios de vivienda a la hora de comprometerse. Sin embargo, no hay pruebas fehacientes de que las elecciones influyan en las decisiones de compra.
"Hay más opciones de inventario para los consumidores, las tasas hipotecarios son más bajos que hace un año y la economía sigue creciendo", dijo Lawrence Yun, economista jefe de la NAR. "Tal vez, algunos consumidores estén dudando en seguir adelante con un gasto importante como la compra de una vivienda antes de las próximas elecciones".
El inventario de viviendas aumentó un 1,5% hasta 1,39 millones de unidades el mes pasado, el más alto desde octubre de 2020. La oferta aumentó un 23,0% respecto a hace un año.
A pesar de la mejora de la oferta, el precio medio de la vivienda existente aumentó un 3,0% respecto al año anterior, hasta 404.500 dólares, en septiembre. Los precios de la vivienda subieron en las cuatro regiones.
Al ritmo de ventas de septiembre, se necesitarían 4,3 meses para agotar el inventario actual de viviendas existentes, el más alto desde mayo de 2020 y superior a los 3,4 meses de hace un año. Una oferta de entre cuatro y siete meses se considera un equilibrio saludable entre la oferta y la demanda.
Por lo general, las propiedades permanecieron en el mercado durante 28 días en septiembre, frente a los 21 días de hace un año. Los compradores de primera vivienda representaron el 26% de las ventas, frente al 27% de hace un año.
Este porcentaje sigue estando por debajo del 40% que, según los economistas y los agentes inmobiliarios, se necesita para que el mercado de la vivienda sea sólido.
Las ventas al contado representaron el 30% de las transacciones, frente al 29% de hace un año. Las ventas en dificultades, incluidas las ejecuciones hipotecarias, representaron sólo el 2% de las transacciones, prácticamente igual que el año pasado.
(Reportaje de Lucia Mutikani; Edición de Paul Simao, Editado en español por Juana Casas)
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