Estados Unidos amplió drásticamente el miércoles las sanciones a Rusia, incluyendo a empresas de China que venden semiconductores a Moscú, como parte de su esfuerzo por socavar la maquinaria militar rusa que libra la guerra contra Ucrania.
Entre otras medidas, el Tesoro de Estados Unidos dijo que estaba elevando "el riesgo de sanciones secundarias para las instituciones financieras extranjeras que tratan con la economía de guerra de Rusia", amenazándolas con perder el acceso al sistema financiero estadounidense.
También dijo que estaba actuando para restringir la capacidad de la base industrial militar rusa de explotar determinados programas informáticos y servicios de tecnología de la información (TI) de Estados Unidos y que, junto con el Departamento de Estado, apunta a más de 300 personas y entidades de Rusia y otros países, incluidos Asia, Europa y África.
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Por otra parte, el Departamento de Comercio dijo que tenía en el punto de mira a empresas ficticias de Hong Kong por desviar semiconductores a Rusia, tomando medidas que afectarían a casi 100 millones de dólares en artículos de alta prioridad para Moscú, entre los que se encontraban este tipo de semiconductores.
Chips de origen estadounidense y otras tecnologías se han encontrado en una amplia gama de equipos rusos capturados en el campo de batalla en Ucrania, incluyendo aviones no tripulados, radios y misiles.
Tras arrebatar Crimea a Ucrania en 2014, Rusia lanzó una invasión a gran escala de su vecino en 2022, lo que desencadenó una serie de nuevas sanciones económicas estadounidenses contra Moscú.
Si bien muchos analistas no esperan que las sanciones de Estados Unidos y otras naciones cambien materialmente el cálculo del presidente ruso Vladimir Putin, creen que harán más difícil para Moscú combatir y debilitarán la economía de Rusia.
Con información de Reuters