Estudiantes formoseños presentaron un curioso proyecto que mejora la producción de la harina de algarroba: los detalles

La propuesta fue presentada en Estados Unidos y pretende modernizar los procesos tradicionales para incrementar la cantidad y la calidad del producto, al mismo tiempo que garantiza condiciones de higiene y seguridad.

29 de noviembre, 2024 | 17.22

Un grupo de estudiantes y su docente de la Escuela Agrotécnica N° 10 de El Quebracho, en Formosa, presentó un innovador proyecto sobre la harina de algarroba en Los Ángeles, Estados Unidos, destacando el potencial de este producto natural en la industria alimentaria. La delegación estuvo conformada por Miriam Gómez, Cristian Medina y la ingeniera Natalia Lupia, quien además de ser parte del equipo docente, se desempeña como subsecretaria de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental del Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia.

El proyecto titulado "Mejora de la producción de harina de algarroba" busca modernizar los procesos tradicionales de producción para incrementar tanto la cantidad como la calidad del producto. Con un enfoque en la sostenibilidad, el proyecto también busca garantizar condiciones óptimas de higiene y seguridad en la producción, lo que contribuirá al fortalecimiento de la cadena de valor de este recurso natural.

Un avance significativo para la producción local

En diálogo con la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR), Miriam Gómez explicó que el trabajo presentado se centró en analizar la forma tradicional de producir harina de algarroba y desarrollar mejoras que permitan una producción más eficiente y segura. "En Estados Unidos mostramos este producto que es de gran valor para las personas y, a su vez, expusimos que se puede producir más y de mejor calidad, sumándole un valor agregado a la harina para el consumo personal, para la venta y, al mismo tiempo, como una salida laboral", explicó. 

Además de su utilidad como alimento, el proyecto plantea la harina de algarroba como una alternativa viable para generar ingresos y fomentar su comercialización y estableciendo una salida laboral para los productores locales. Durante su estadía en Los Ángeles, los representantes calificaron la experiencia como enriquecedora, al permitirles intercambiar conocimientos y exponer el potencial de esta materia prima típica de la región.

Promoción de prácticas tradicionales y trabajo comunitario

El proyecto no solo busca innovar en la producción, sino también revalorizar las prácticas culturales asociadas a la harina de algarroba. Gómez destacó que en comunidades Wichí, la recolección de la chaucha, materia prima para la harina, es una actividad familiar profundamente arraigada. "Desde chicos se acompaña a la mamá al monte a juntar la chaucha, allí recorren muchos kilómetros, porque no es que se van cerca, y, al encontrarlas, las guardan en bolsas, yicas, y lo hacen hasta que termina la época de cosecha", explicó Gómez.

El impacto de este proyecto trasciende fronteras y posiciona a la harina de algarroba como un producto de alto valor en mercados internacionales, además de reafirmar la importancia de preservar las tradiciones locales mientras se incorporan técnicas modernas de producción. Este logro, impulsado por los estudiantes de El Quebracho, representa un paso adelante en el desarrollo sostenible e impulsa la promoción de los recursos naturales de la región.