Debido al ajuste económico propuesto por el equipo del presidente Javier Milei, el cual busca recortar el gasto público y, por ende, las transferencias a las provincias, La Rioja está analizando la posibilidad de emitir una cuasi moneda, como en otro momento lo fue el histórico bono "Evita" de cancelación de deudas.
En este sentido, desde el Gobierno provincial advirtieron que están trabajando desde la Cámara de Diputados en distintos proyectos para acercarle al gobernador Ricardo Quintela. Entre todos estos proyectos, uno de los que se baraja es la posibilidad de una moneda propia.
Bajo esta línea, desde la Cámara de Diputados buscan poder ofrecer un gran abanico de opciones al gobernador, confiando en su gestión para que tome las decisiones correctas para el pueblo.
Cabe recalcar que el gobierno riojano está siendo uno de los más críticos de la política económica de la administración de Javier Milei. “Las cosas que él (Milei) manifestaba de destruir la casta es un proceso de destrucción de las condiciones de vida de la mayoría de los ciudadanos argentinos. Es durísimo y me quedé (como gobernador) para enfrentar esta situación, proteger a nuestra gente y los derechos de la misma”, indicó.
Qué son las "cuasimonedas"
Las "cuasimonedas” fue el nombre que en la calle le dieron a los bonos emitidos por la nación o los gobiernos provinciales, incorporados a la circulación monetaria junto al peso durante la crisis económica entre 2001 y 2002. Se trataba de bonos al portador que podían o no contemplar el pago de intereses, con las mismas dimensiones que los billetes de curso legal del país.
En este sentido, durante la crisis socioeconómica de diciembre del 2001, La Rioja implementó el Evita, una cuasimoneda que dejó de circular en el año 2004, cuando Argentina comenzó a salir de la crisis.
Ante el anuncio del Gobierno nacional de reducir las transferencias discrecionales, con la reconducción del presupuesto nacional 2023 y en una provincia que recibe el 90% de sus fondos desde la Nación como lo es La Rioja, la emisión generaría la posibilidad de tener recursos propios y de determinar la política salarial de los trabajadores estatales sin depender de los aportes que lleguen desde Buenos Aires.