Los enviados internacionales expresaron su preocupación por las restricciones a las mujeres y niñas en Afganistán durante reuniones con los gobernantes talibanes del país en Qatar, dijo el lunes la jefa de asuntos políticos de Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo.
La reunión de dos días dirigida por la ONU fue la primera de este tipo a la que asistieron los talibanes, que no han sido reconocidos internacionalmente desde que tomaron el poder en 2021 cuando las fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiraron de Afganistán tras 20 años de guerra.
"A lo largo de todas las discusiones estuvo la profunda preocupación internacional -de los enviados especiales y mía- sobre las actuales y serias restricciones a las mujeres y niñas", dijo DiCarlo en un comunicado.
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"Afganistán no puede volver al redil internacional ni desarrollarse plenamente económica y socialmente si se le priva de las contribuciones y el potencial de la mitad de su población", añadió.
Desde el regreso de los talibanes al poder, a la mayoría de las niñas se les ha prohibido asistir a la escuela secundaria y a las mujeres a las universidades.
Los talibanes también impidieron que la mayoría del personal femenino afgano trabajara en agencias de ayuda, cerraron salones de belleza, prohibieron a las mujeres la entrada a los parques y restringieron los viajes de las mujeres en ausencia de un tutor masculino.
Los talibanes dicen que respetan los derechos de acuerdo con su interpretación de la ley islámica.
DiCarlo dijo que los encuentros del domingo y lunes con las autoridades talibanas no significaba el reconocimiento de su gobierno sino que era parte del esfuerzo más amplio de la comunidad internacional para resolver los problemas que enfrentan millones de afganos.
Las conversaciones del lunes se centraron en el sector privado y los narcóticos en particular.
"Hubo un amplio acuerdo sobre la necesidad de trazar un camino claro a seguir", dijo DiCarlo.
Grupos de derechos humanos criticaron a la ONU por no tener mujeres afganas en la mesa con los talibanes en Doha.
DiCarlo dijo que estaba consciente de las críticas, pero que los organizadores enfrentaron una decisión difícil porque tuvieron que concertar una reunión directa con los gobernantes "de facto" de Afganistán y los enviados internacionales.
"Lamentablemente, las autoridades de facto no se sentarán a la mesa con la sociedad civil afgana en este formato", afirmó.
Con información de Reuters