Por Florencia Benedicto, abogada, especialista en Dirección y Gestión Ambiental y Co-fundadora de GEA Sustentable.
El 27 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Conciencia Ambiental, una fecha que nos recuerda la urgente necesidad de cuidar y preservar nuestro planeta y esta tarea es gestión de todos.
En este contexto, es importante entender que la conciencia ambiental y la gestión de residuos están intrínsecamente ligadas. En la actualidad, enfrentamos grandes desafíos relacionados a la gestión de residuos.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En Argentina generamos 16.5 millones de toneladas de residuos por año. Esto es, aproximadamente, 1 kg de residuos por persona por día. Lo más preocupante es que sólo el 4% se recicla. El otro 96% se está acumulando en rellenos sanitarios, basurales a cielo abierto y en los océanos y el ambiente en general, lo cual contribuye a la contaminación y al agotamiento de los recursos naturales.
Este panorama nos lleva a reconocer la gran importancia de una gestión de residuos eficiente y sostenible. Reciclando también generamos puestos de trabajo, para separar los residuos y acondicionarlos para enviarlos a la industria recicladora. Estos son los llamados empleos verdes, que surgen de los nuevos paradigmas y modelos de negocio que intentan generar impacto socioambiental positivo a través de sus actividades.
Otro de los beneficios es que contribuye a la economía, los residuos reciclables tienen un valor económico para el mercado, y tienen gran demanda por parte de las industrias recicladoras. En general, los costos de producir a partir de residuos reciclables son más bajos que los de producir a partir de materia prima virgen y que pase esto en la práctica, es buenísimo.
El Día Nacional de la Conciencia Ambiental nos convoca a tomar medidas concretas. Nos insta a reducir el uso de plásticos, a gestionar nuestros residuos de manera responsable y a preservar nuestros ecosistemas. Esta no es solo una responsabilidad individual, sino una obligación colectiva que debemos asumir por el bienestar de nuestro planeta y las futuras generaciones.
Hacemos un llamado a la comunidad a que se una a esta causa y que, junto a las grandes empresas y organizaciones, promovamos la separación adecuada de residuos en nuestros hogares y lugares de trabajo. La gestión de residuos de manera responsable no solo es una obligación ética, sino que también puede ser una fuente de innovación y crecimiento sostenible. Juntos, podemos marcar la diferencia y construir un futuro más próspero y en armonía con la naturaleza.
Con información de Télam