La jueza penal de Comodoro Rivadavia, Mariel Suárez, que fue destituida la semana pasada tras ser filmada besando a un preso condenado a prisión perpetua en el Instituto Penitenciario Provincial del Chubut, había visitado al mismo detenido en otras unidades.
La revelación surgió durante la lectura de los fundamentos del fallo que se conocieron hoy por parte de los integrantes del tribunal de enjuiciamiento que juzgó a Suárez y que decidió su destitución en fallo dividido.
En las exposiciones se ventiló que la jueza penal había tomado contacto con el mismo detenido al menos dos veces en la comisaría de Esquel, previo a ser filmada besando al mismo preso en Puerto Madryn el año pasado.
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En el texto que presentó el integrante del Superior Tribunal de Justicia, Daniel Báez, al que tuvo acceso Télam, se describe el contacto en la comisaría de Esquel aunque "nunca sabremos que se habló en su charla privada (con Bustos), pero que existió está corroborado con los testimonios de varios testigos, entre ellos la defensora pública y los familiares del condenado que habían asistido para llevarle elementos de higiene, ropa limpia y comida".
La situación, que tomó estado público con forma de escándalo, motivó el pedido de dos juicios políticos, uno de ellos del actual gobernador electo Ignacio Torres, cuando aún era candidato, argumentando mal desempeño en sus funciones.
El detenido por el que particularmente se interesó Suárez es Cristian "Mai" Bustos, condenado a prisión perpetua por la muerte del policía Leandro Roberts, al que abatió cuando este intentó cumplir con el pedido de captura que tenía por filicidio, ya que había matado a su propio hijo de apenas 9 años en el 2005.
Lo cierto es que la jueza penal había integrado el tribunal que condenó a Bustos y que, en disidencia con sus colegas, pidió una pena mucho menor.
La figura de "mal desempeño" que motivó la destitución la semana pasada de la jueza Suárez cobró relevancia pública cuando fue filmada en enero del 2002, sentada en el suelo con el preso, al que aparentemente besó aunque la ex magistrada niega diciendo que "solo me arrimé para escucharlo mejor".
En su defensa, la jueza Suárez sostuvo que esas imágenes no prueban la postura que se le enrostra y su visita tenía fundamentos académicos pues se encuentra escribiendo un libro.
La comisión acusadora que se constituyó le endilgó ausencia de imparcialidad, realizar trabajos con provecho personal, falsear la verdad retrasando actos de su función y conducta indecorosa.
Además, el principal cargo es que al momento de la visita Mariel Suarez se encontraba fuera de jurisdicción mientras estaba de turno, pues su ciudad de asiento es en Comodoro Rivadavia, distante a 450 km del penal que visitó.
Dice Báez en su sentencia que "la relación íntima entre un juez y un detenido puede dar lugar a conflictos de interés y prejuicios en los procedimientos legales relacionados con ese condenado, que socava también la imparcialidad y la integridad en el sistema judicial".
"Va de suyo que los principios morales y las normas éticas fundamentales prohíben a los jueces tener relaciones personales inapropiadas con personas involucradas en casos judiciales, máxime si aún se encuentran bajo su jurisdicción y competencia", indica el texto.
Además cuestiona que "una vez descubierta la infracción, la infractora debe asumir las consecuencias que por su propio accionar, libre y voluntario, le puedan acarrear los procedimientos disciplinarios y que, de acuerdo a la gravedad de las infracciones acreditadas, podrían derivar en la destitución del cargo".
Por último, Báez concluye: "Debemos dejar ir a la Dra. Suárez pero sin el honorable cargo de Juez, para que realice sus trabajos académicos, que encare investigaciones literarias o entable relaciones con personas privadas de libertad".
Con información de Télam