Frente a la cantidad masiva de despidos en diferentes rubros de todo el país, desde la industria textil mostraron su preocupación por una caída del 40% en su producción. Distintos referentes del sector, que tiene fuerte presencia en La Rioja, afirmaron que la situación es muy grave debido a la magnitud y rapidez de la misma.
Debido a la devaluación del presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, sumada al derrumbe del consumo que el plan de ajuste provocó, el empresariado mayorista de la industria textil actualmente solo puede vender a los comercios la mitad de las prendas que compraron en octubre; mientras que quienes fabrican reclaman el doble del precio acordado.
Los mayoristas están entregando la temporada de invierno con liquidación antes de que lleguen a las vidrieras y los comerciantes quieren rebajar el volumen de los pedidos en un 40% respecto de lo que acordaron en octubre 2023. Por su parte, los fabricantes arreglaron el precio con el dólar a $370 y confeccionaron las prendas en enero con un dólar de $870, según relatan desde el sector.
Un informe del centro Fundar reveló que el sector de la industria textil-indumentaria genera casi 540 mil puestos de trabajo, y de ese total, el 46% es informal. Es de los tres que más mano de obra genera, detrás de la industria alimenticia y la metalurgia. En este sentido, informaron desde los gremios del sector, la Asociación Obreros Textiles (AOT) y el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA) que ya se están produciendo despidos en plantas ubicadas en las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Buenos Aires, San Luis, La Pampa y La Rioja.
Los despidos en La Rioja
Según trabajadores del rubro, la caída en el consumo fue particularmente perjudicial para la industria textil, exacerbada por la paralización de la obra pública. Esta interrupción disminuyó la demanda de indumentaria de trabajo, lo que llevó a un declive en las ventas y, consecuentemente, a una reestructuración en las empresas para ajustarse a la nueva realidad económica.
Las reestructuraciones en las fábricas llevaron a la pérdida de empleos, con despidos que van desde reducciones de plantilla hasta la eliminación total de puestos de trabajo. Aunque la mayoría de las empresas están cumpliendo con las indemnizaciones correspondientes, el impacto social y económico de estas pérdidas les significativo a los trabajadores de todas formas.
Es importante destacar que muchos de los despidos afectan a empresas que se habían establecido en la provincia durante los últimos años, en un período de crecimiento y expansión del sector textil. La reversión de esta tendencia y la reducción de la actividad económica generaron incertidumbre y dificultades para los trabajadores y sus familias según la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA).
En este contexto, desde el FONIVA hicieron un llamado a la colaboración de los empresarios para abordar la crisis y reconocieron los esfuerzos del Gobierno provincial para enfrentar la situación, pero expresaron preocupación por los costos asociados a la recuperación económica. Además, señalaron que el problema no es exclusivo de La Rioja, sino que se extiende a todo el país, lo que destaca la urgencia de encontrar soluciones a nivel nacional.