El jefe de derechos humanos de la ONU pidió el lunes que los responsables de abusos cometidos bajo el régimen del derrocado presidente sirio Bashar al Asad rindan cuentas, afirmando que existe una "enorme oportunidad" de lograr una transición política inclusiva y que los primeros indicios son prometedores.
Los sirios se despertaron el lunes con un futuro esperanzador, aunque incierto, después de que los rebeldes tomaran la capital, Damasco, y el presidente Asad huyera a Rusia, tras 13 años de guerra civil y más de medio siglo de brutal gobierno de la familia Asad.
"Cualquier transición política debe asegurar la rendición de cuentas de los autores de violaciones graves y garantizar que los responsables rindan cuentas", declaró el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, en una rueda de prensa celebrada en Ginebra, en la que pidió que se conserven meticulosamente las pruebas.
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A la pregunta concreta de si eso incluye al presidente derrocado, respondió: "Lo que tiene que ocurrir en Siria es construir un sistema jurídico nacional que permita juicios justos, en relación con todos aquellos sobre los que haya motivos fundados para creer que han cometido crímenes atroces. Y esto se aplica también al expresidente de Siria y a quienes ocupaban altos cargos de dirección".
Turk aseguró que existe una "enorme oportunidad" para un diálogo inclusivo sobre la transición política en la nueva era de Siria.
"Espero que en este entorno actual (...) se produzca este diálogo inclusivo, muy inclusivo", señaló. "Hay una gran oportunidad de que esto ocurra. Y lo que hemos visto inicialmente es realmente cooperación".
Con información de Reuters
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