El alcalde asesinado el fin de semana en un estado del sur de México golpeado por la violencia viajaba a una reunión fuera de la capital estatal sin las medidas de seguridad usuales, informó el martes el secretario de Seguridad, Omar García.
Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, capital de Guerrero, había asumido el cargo seis días antes en representación de la principal alianza opositora de México. El domingo circularon fotos por WhatsApp y en medios de una cabeza cortada, que parecía ser la del político, sobre el techo de una camioneta.
El truculento caso se dio pocos días antes de que la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, diera a conocer el martes su estrategia de seguridad para combatir a la delincuencia violenta.
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En la rueda de prensa, García informó que una investigación había determinado que Arcos salió de Chilpancingo en su camioneta sin chofer ni escolta rumbo a la ciudad cercana Petaquillas. El alcalde no había solicitado protección de seguridad al gobierno federal, añadió.
Preguntado por una periodista sobre con quién se reunía Arcos, García declinó dar detalles. "Hay mucha información al respecto que tenemos que cuidar por la propia investigación", explicó.
El diario mexicano Reforma, citando fuentes del gobierno federal, informó que Arcos se había reunido con miembros de Los Ardillos, un grupo criminal activo en Guerrero, horas antes de su muerte.
En el pasado, ese estado sureño -incluido Chilpancingo- se ha visto asolado por espeluznantes asesinatos con decapitaciones similares, que los miembros de los cárteles utilizan para enviar mensajes de amenaza y control.
Con información de Reuters