El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, sigue siendo el comandante en jefe y la alianza con Estados Unidos no se ve perturbada, dijo el lunes el Ministerio de Defensa tras conocerse que Yoon estaba siendo investigado penalmente por declarar la ley marcial la semana pasada.
La permanencia de Yoon en el poder se ha visto cuestionada por la creciente disensión entre los altos mandos militares y el presidente y por la afirmación de su propio partido de que crearía un grupo de trabajo para gestionar su eventual dimisión.
Aunque Yoon sobrevivió a una votación de destitución en el Parlamento el sábado, la decisión de su partido de delegar la autoridad presidencial en el primer ministro ha sumido al principal aliado de Estados Unidos en una crisis constitucional.
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Yoon se ha negado a dimitir, desoyendo las peticiones incluso de dentro de su propio partido, pero su futuro parecía más incierto este fin de semana, cuando la agencia de noticias Yonhap informó de que estaba siendo investigado por presunta traición.
La Oficina de Investigación de Corrupción de Altos Cargos le ha prohibido salir del país, informó la agencia de noticias Yonhap.
El domingo, la fiscalía detuvo al exministro de Defensa Kim Yong-hyun por su presunta participación en la declaración de la ley marcial, según Yonhap.
Yoon otorgó a los militares amplios poderes de emergencia el 3 de diciembre para erradicar lo que denominó "fuerzas antiestatales" y opositores políticos obstruccionistas. Seis horas después revocó la orden, después de que el Parlamento desafiara los cordones militares y policiales y votara unánimemente en contra del decreto.
En medio de la reacción, varios oficiales militares, entre ellos el ministro de Defensa en funciones, han declarado que no acatarán ninguna nueva orden de imponer de nuevo la ley marcial.
El principal partido de la oposición, el Partido Democrático, ha pedido que se despoje a Yoon de la autoridad para controlar al ejército. El PD también ha exigido la detención de Yoon y de todos los militares implicados en el fiasco de la ley marcial.
Con información de Reuters