El primer ministro británico, Keir Starmer, buscará construir una relación "pragmática" con China que esté "arraigada en los intereses nacionales del Reino Unido" cuando se reúna el lunes con el presidente Xi Jinping al margen de la cumbre del G20 en Brasil.
La reunión es la primera que tiene lugar entre un primer ministro británico y Xi desde 2018, en un momento en que el Gobierno laborista de Starmer busca restablecer los lazos con China tras años de tensiones en torno a los derechos humanos, Hong Kong y las acusaciones de espionaje chino.
Las relaciones entre Londres y Pekín se deterioraron en la última década a medida que crecía la preocupación de Reino Unido por la posibilidad de que las inversiones chinas planteen riesgos para la seguridad nacional y de que la asertividad militar y económica del gigante asiático esté actuando en contra de los intereses británicos.
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Sin embargo, Starmer parece dar prioridad a la necesidad de impulsar el comercio para hacer crecer la economía, una tarea que puede resultar más difícil si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple su amenaza de imponer aranceles a todas las importaciones y mientras la economía británica sigue adaptándose a la vida fuera de la Unión Europea.
"La estrecha cooperación con las principales economías del mundo es vital para asegurar la inversión en Reino Unido y crear los puestos de trabajo necesarios para catalizar el crecimiento", dijo Starmer en un comunicado.
China es el sexto socio comercial de Reino Unido, con un 5% del comercio de bienes y servicios por valor de 86.500 millones de libras (112.000 millones de dólares), mientras que Reino Unido tiene una cuota de mercado del 1,2% del comercio chino.
Con información de Reuters