Como cada 18 de septiembre, hoy se celebra el Día del Arqueólogo Nacional, en recuerdo del nacimiento de Florentino Ameghino, el naturalista, paleontólogo, geólogo y antropólogo argentino que fue impulsor de la paleontología y arqueología en nuestro país. En Formosa en particular, la labor arqueológica fue clave para determinar que, bajo los cimientos de una escuela ubicada el oeste de la provincia, se encuentra el hallazgo más antiguo de actividad humana de la región Chaqueña-Central.
El descubrimiento se produjo por casualidad el 16 de agosto de 2011, mientras un grupo de obreros excavaba los cimientos del edificio de la Escuela Agrotécnica N°10 en la localidad El Quebracho, del departamento Ramón Lista, a 600 kilómetros de la capital. En el lugar se encontraron restos humanos y piezas talladas en piedra, razón por la cual se decidió detener la obra, a fin de conservar el lugar. El hallazgo movilizó a todos los miembros de la comunidad y de comunidades vecinas como Quimil, El Divisadero y El Potrillo, entre otros, quienes dieron aviso a las autoridades provinciales.
Es así como arqueólogos, biólogos, tesistas y antropólogos provenientes de la Universidad de La Plata, junto a un representante de la Universidad de Ciencias Naturales de Santiago del Estero, se encargaron de realizar el estudio científico, a partir del rescate de todos los restos que quedaron expuestos. Una primera excavación se hizo en el 2011 y la segunda en el 2014: en el lugar se encontraron restos humanos de 14 individuos, colocados en posición fetal. En algunos de los casos se encontraron acompañados de ajuar funerario, por lo tanto se estima que son los individuos de mayor jerarquía. Además, se encontraron seis hachas líticas en forma de letra T. Estos hallazgos son de particular importancia, por ser las primeras piezas líticas de la región chaqueña identificadas en contexto.
Diego José Páez, profesor de Historia de la Escuela Agrotécnica N°10, reveló que los elementos hallados en el sitio arqueológico forman parte de un enterramiento indígena precolombino, y que se hicieron tres dataciones con radiocarbono para determinar la antigüedad de los elementos hallados, que arrojaron tres resultados diferentes. "En un principio, se estimó que los elementos tenían 1.700 años de antigüedad, y en la última datación se determinó que tienen 2.200 años, lo cual ubica a las personas que habitaban en ese lugar en el año 250 antes de Cristo", precisó el docente.
Es importante destacar que los arqueólogos y científicos que se acercaron hasta El Quebracho hicieron partícipe a la comunidad de las actividades que iban llevando a cabo. "Desde un principio la población del lugar se interesó muchísimo, estuvieron siguiendo con mucha vigilancia las excavaciones, y para todos fue muy sorprendente. El mismo equipo científico se sorprendió, porque están acostumbrados a trabajar en lugares aislados, y acá lo hicieron en medio de una comunidad y con los pobladores siguiendo a diario lo que hacían, fue una experiencia muy especial para ellos", rememoró Páez.
Además, el equipo científico integró a los estudiantes de la Escuela Agrotécnica para que los ayudaran con acciones específicas. "En el momento en que se hicieron las excavaciones, los alumnos participaron, y el equipo de Antropología de la Universidad Nacional de La Plata les asignó algunas tareas para hacer", detalló Páez, quien agradeció que los científicos hayan tenido una actitud generosa, permitiendo que los alumnos participen de las tareas arqueológicas. "Es más: pidieron, y así se hizo, que los restos hallados permanecieran en la comunidad, y están a resguardo de la Escuela Agrotécnica", indicó el docente.
El Museo Arqueológico Escolar
Es así como, a partir del hallazgo, la Escuela Agrotécnica N°10 asumió el compromiso de preservar y difundir el patrimonio arqueológico, dando lugar al proyecto del Museo Escolar. "Dentro de la escuela, están guardados todos los elementos hallados, y hay un sistema de muestra itinerante. Nosotros, por una limitación del espacio, montamos una muestra en ocasiones especiales", explicó el profesor. Los estudiantes se distribuyeron tareas y participaron tanto en la confección de cartelería y folletos explicativos, como en la elaboración de las vitrinas, donde se exponen las distintas piezas. "Tenemos todo preparado como para transportar los elementos y preservarlos", aclaró el profesor.
El descubrimiento arqueológico significó un antes y un después para docentes y estudiantes de la Escuela Agrotécnica que, en los años siguientes, fueron invitados por diversas instituciones para exponer acerca del proyecto de Museo Escuela. Además, la Escuela Agrotécnica empezó a llevar a cabo jornadas educativas especiales, que incluyeron visita al sitio arqueológico, demarcación de cuadrículas, simulacro de excavación con los estudiantes, análisis de los hallazgos y exposición de las piezas.
Según explicó Paez, la arqueología se transformó en una nueva actividad escolar, y es así como decidieron comenzar a realizar salidas periódicas de prospección arqueológica, es decir, recorridas por los alrededores inspeccionando lugares, en busca de sitios nuevos. Fruto de estas salidas, los estudiantes, acompañados por la comunidad de El Quebracho, lograron idenficador dos nuevos sitios arqueológicos dentro del departamento Ramón Lista: los sitios Media Luna y Tres Pozos, en donde se encontraron piezas líticas, cerámicas y restos humanos.
"Los chicos excavaron y hallaron cerámicas con distintos tipos de tallados; o sea, nuevos descubrimientos, por lo que se tomó contacto con los profesionales de La Plata, quienes nos indicaron cómo conservar todo", indicó el docente, quien agregó que las tareas de prospección, rescate de restos, recolección de muestras, reconstrucción, toma de fotografías y croquizado de los objetos hallados en Media Luna y Tres Pozos fueron realizados con alumnas y alumnos de la Escuela Agrotécnica. "Lo concreto es que Formosa tiene dos sitios arqueológicos nuevos, resultado del trabajo que realizan los alumnos de nuestra escuela", remarcó Paez.
Por último, el docente informó que la Dirección de Patrimonio Sociocultural de la provincia se hizo presente en la comunidad, para analizar la posibilidad de garantizar un edificio propio para el Museo Escuela, que tenga la estructura de un Museo de Sitio, donde los visitantes puedan observar no sólo los objetos hallados sino también las excavaciones, y así poder experimentar de cerca cómo es el trabajo de un arqueólogo.