Los cubanos, que aún se recuperan de meses de apagones que duran horas, tienen ahora un nuevo problema: la escasez de combustible en las estaciones de servicio.
Muchas estaciones de combustible en la isla han estado cerradas durante días debido a que un déficit inusualmente severo ha dejado al país casi sin gasolina y diésel, con vehículos varados y filas en La Habana.
"Llevamos tres días esperando que llegue un camión de combustible", dijo Armando Corrales en su camioneta Kia gris en una gasolinera de la capital. "La gente ha dormido aquí en la fila para no perder su lugar", añadió.
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La última crisis ocurre después de tres apagones eléctricos en dos meses que dejaron a millones de personas a oscuras durante días, lo que llevó al Gobierno a suspender temporalmente las escuelas y labores.
Cuba aún no ha ofrecido una explicación para el déficit de combustible más reciente. Solo ha habido un escasa entrega de combustible en La Habana desde el miércoles, según una aplicación del Gobierno que registra los despachos a las estaciones de servicio.
Funcionarios han culpado antes de la escasez de combustible al embargo comercial estadounidense de décadas, que complica las transacciones financieras de Cuba, lo que hace más difícil la compra de combustible en el mercado al contado para el Gobierno.
Los aliados de larga data de Cuba también han fallado este año, lo que ha contribuido a la crisis del combustible.
Venezuela ha enviado un 44% menos de crudo y combustible a la isla caribeña entre enero a noviembre, según datos de monitoreo de los buques cisterna y los documentos de la empresa estatal venezolana PDVSA, lo que ha obligado a Cuba a buscar suministros en otros lugares.
México, que se ha convertido en un proveedor regular de la isla, ha compensado parte de la diferencia en el último año.
Pero tanto Venezuela como México envían principalmente crudo a Cuba, lo que ejerce más presión sobre las obsoletas refinerías cubanas para que conviertan la materia prima en gasolina y diésel para su uso en automóviles, camiones y generadores de menor escala.
A principios de este año, Cuba comenzó a vender combustible en dólares a precios no subsidiados, una medida que el Gobierno dijo que era necesaria, en parte, para recaudar suficiente moneda extranjera y garantizar un suministro constante en las estaciones de servicio.
Pero incluso en esas "estaciones de servicio en dólares" mucho más caras han fallado esta semana, dijo Jorge Figueredo mientras esperaba para cargar combustible en Miramar, un suburbio de La Habana. "Las colas son kilométricas, incluso cuando uno va a comprar ahora combustible en dólares", añadió.
Con información de Reuters