Israel aprobó la reapertura del paso fronterizo de Erez, en el norte de Gaza, y el uso temporal del puerto de Ashdod, en el sur de Israel, tras las exigencias de Estados Unidos de aumentar el suministro de ayuda humanitaria a Gaza.
Durante una llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el jueves por la noche, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, exigió medidas "específicas y concretas" para aliviar la crisis humanitaria en Gaza, afirmando que se podrían imponer condiciones a la ayuda estadounidense si Israel no respondía.
La creciente presión sobre Israel se produjo tras la muerte de siete trabajadores humanitarios en un ataque israelí el lunes por la noche, que desató la indignación mundial por la persistente crisis en el suministro de ayuda al enclave asediado.
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Una reunión del gabinete de seguridad celebrada a última hora del jueves aprobó medidas inmediatas para aumentar la ayuda humanitaria a la población civil de la Franja de Gaza, según un comunicado.
Además de reabrir el paso fronterizo de Erez, cerrado desde que fue destruido durante el ataque del 7 de octubre contra Israel, el gabinete de seguridad aprobó también aumentar la ayuda jordana a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, según el comunicado.
(Reportaje de James Mackenzie; editado por Kim Coghill; editado en español por Mireia Merino)
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