El alto mando ucraniano advirtió el viernes de que se avecinaba "duras batallas" en el nuevo frente de la guerra en la región nororiental de Járkov, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que Moscú está creando una "zona de seguridad" en la zona.
Las fuerzas rusas atacaron el norte de la región de Járkov el pasado viernes, haciendo incursiones de hasta 10 kilómetros y desequilibrando a las tropas de Kiev, superadas en número, que están tratando de mantener la línea en un frente en expansión casi 27 meses después del comienzo de la invasión.
El coronel general Oleksandr Syrskyi dijo que el ataque amplió la zona de hostilidades en unos 70 kilómetros y que Rusia había lanzado su incursión antes de lo previsto al "percatarse del despliegue de nuestras fuerzas".
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"Entendemos que habrá duros combates y que el enemigo se está preparando para ello", escribió el jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado en la aplicación Telegram.
Durante una visita de Estado a China, Putin aseguró que las fuerzas de Moscú están creando una "zona de seguridad" para proteger las regiones fronterizas rusas, pero que la toma de la ciudad de Járkov, la segunda más grande de Ucrania, no formaba parte del plan actual.
El líder ruso declaró en rueda de prensa que el asalto es una respuesta a los bombardeos de Kiev contra regiones fronterizas rusas como Belgorod.
"Allí están muriendo civiles. Es evidente. Están disparando directamente contra el centro de la ciudad, contra zonas residenciales. Y he dicho públicamente que si esto sigue así, nos veremos obligados a crear una zona de seguridad. Eso es lo que estamos haciendo", comentó Putin.
Las fuerzas rusas pudieron avanzar 10 kilómetros en un lugar, pero las tropas ucranianas han "estabilizado" el frente, según declaró el presidente Volodímir Zelenski a los medios ucranianos en comentarios publicados el viernes.
Con información de Reuters