Un influyente asesor del presidente ruso Vladimir Putin afirmó el viernes que Occidente y la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos habían ayudado a planear el ataque sorpresa de Ucrania contra la región rusa de Kursk, algo que Washington ha negado.
La incursión relámpago, la mayor que sufre Rusia por parte de un país extranjero desde la Segunda Guerra Mundial, se desencadenó el 6 de agosto, cuando miles de tropas ucranianas cruzaron la frontera occidental de Rusia en un gran bochorno para el ejército de Putin.
Kiev dijo que la incursión era necesaria para obligar a Rusia, que envió sus fuerzas a Ucrania en 2022, a iniciar conversaciones de paz "justas".
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No obstante, Estados Unidos y las potencias occidentales, deseosas de evitar una confrontación militar directa con Rusia, dijeron que Ucrania no avisó con antelación y que Washington no estaba implicado, aunque se informó de que en suelo ruso fue usado armamento proporcionado por Reino Unido y Estados Unidos.
El veterano e influyente halcón del Kremlin Nikolai Patrushev rechazó las afirmaciones occidentales en una entrevista concedida al diario Izvestia.
"La operación en la región de Kursk también se planeó con la participación de la OTAN y de los servicios especiales occidentales", dijo, sin aportar pruebas. "Sin su participación y apoyo directo, Kiev no se habría aventurado en territorio ruso".
Las declaraciones implicaban que la primera incursión reconocida de Ucrania en territorio soberano ruso conllevaba un alto riesgo de escalada.
Putin presidió una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, en la que participó Patrushev, y dijo que el debate se centrará en las "nuevas soluciones técnicas" empleadas en la operación militar.
EL KREMLIN DICE QUE UCRANIA PAGARÁ
"Los esfuerzos de Washington han creado todos los requisitos previos para que Ucrania pierda su soberanía y pierda parte de sus territorios", dijo Patrushev.
Kiev dijo el jueves que instaló un comandante militar en la zona que controla, mientras Rusia intensificaba sus ofensivas en el este del país. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber repelido una serie de ataques ucranianos a lo largo de la línea del frente de Kursk.
Aunque el ataque ucraniano puso de manifiesto los puntos débiles de las defensas rusas y cambió la narrativa pública del conflicto, las autoridades rusas afirmaron que la "invasión terrorista" de Ucrania no cambiaría el curso de la guerra.
Rusia ha estado avanzando durante la mayor parte del año en el sector oriental clave del frente de 1.000 kilómetros y tiene una amplia superioridad numérica. Controla el 18% de Ucrania.
Tras más de 10 días de combates, Ucrania mantiene al menos 450 km2 de territorio, o menos del 0,003% de Rusia. Pero para Putin, la incursión cruza otra línea roja.
Una fuente rusa dijo a Reuters que la incursión podría alentar a los partidarios de la línea dura en Moscú, que abogan por una guerra mayor, pero la elección de Putin puede no ser fácil.
Ha intentado presentar la mayor guerra de Europa en siete décadas como una "operación militar especial" limitada que no tiene por qué alterar la vida cotidiana rusa y como una lucha histórica contra un Occidente que desprecia los intereses de Moscú y pretende desmembrar Rusia.
Estados Unidos, que ha dicho que no puede permitir que Putin gane la guerra, considera hasta ahora que la incursión sorpresa es una medida de protección que justifica el uso de armamento estadounidense, dijeron funcionarios en Washington. No obstante, también expresaron su preocupación por las complicaciones a medida que las tropas ucranianas se adentren más en territorio enemigo.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que si Ucrania comenzaba a tomar aldeas rusas y otros objetivos no militares utilizando armas y vehículos estadounidenses, podría verse como un estiramiento de los límites que Washington ha impuesto, precisamente para evitar cualquier percepción de un conflicto directo OTAN-Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso publicó imágenes en las que se ve a un avión no tripulado ruso destruyendo un vehículo blindado de combate Stryker de fabricación estadounidense en la región de Kursk.
(Editado en español por Carlos Serrano)