Ataques rusos contra una ferretería y una zona residencial de la ciudad ucraniana de Járkov dejaron el sábado al menos cuatro muertos y decenas de heridos, informaron las autoridades locales.
El presidente Volodímir Zelenski hizo un apasionado llamamiento a los aliados occidentales de Ucrania para que ayuden a reforzar las defensas aéreas a fin de mantener a salvo las ciudades del país.
Cuatro personas murieron tras el impacto de dos bombas guiadas contra un hipermercado y ferretería, situado en una zona residencial de la ciudad, declaró a la televisión nacional el gobernador regional, Oleh Syniehubov.
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Al menos dos de los muertos eran empleados de la tienda. Cuarenta personas resultaron heridas en el ataque y se desconoce el paradero de otras 16, dijo Syniehubov.
El alcalde de Járkov, Ihor Terekhov, dijo que unas 120 personas se encontraban en la ferretería cuando estallaron las bombas.
"El ataque se dirigió contra el centro comercial, donde había mucha gente; se trata claramente de terrorismo", declaró Terekhov.
A primera hora de la tarde, un misil alcanzó un edificio residencial en el centro de la ciudad de 1,3 millones de habitantes, hiriendo a 18 personas, según Syniehubov.
El misil dejó un cráter de varios metros de profundidad en la acera a los pies del edificio, que también albergaba una oficina de correos, un salón de belleza y una cafetería.
Los equipos de emergencia desalojaron a los residentes de los edificios de apartamentos cercanos. Algunos de los heridos tenían la cara manchada de sangre.
MUCHAS SEMANAS DE ATAQUES
Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, está a sólo 30 kilómetros de la frontera rusa y ha sido blanco de ataques rusos durante semanas. Este mes, las tropas rusas también realizaron una incursión en las zonas septentrionales de la región de Járkov.
Andriy Kudinov, director del centro comercial suburbano, declaró a los medios de comunicación locales que la ferretería estaba llena de compradores que adquirían artículos para sus casas de campo de verano.
Enormes nubes de humo oscuro cubrían el cielo del centro comercial. Los bomberos luchaban contra muchos focos pequeños. En 90 minutos, la mayoría estaban bajo control.
Socorristas, médicos y periodistas se apresuraron a alejarse del lugar de los dos ataques y se tumbaron boca abajo, temiendo otro impacto, algo habitual en las recientes ofensivas rusas.
Los testigos describieron escenas de pánico en el centro comercial.
"Estaba en mi lugar de trabajo. Oí el primer impacto y (...) con mi colega, caímos al suelo. El segundo impacto nos cubrió de escombros. Entonces empezamos a arrastrarnos hacia un terreno más elevado", dijo Dmytro Syrotenko, de 26 años, que tenía un gran corte en la cara.
Syrotenko contó a Reuters que fue puesto a salvo por un socorrista que le ayudó a él, a varios colegas y a los compradores.
Zelenski, en su discurso nocturno por video, denunció el ataque como "un ejemplo más de la locura rusa". No hay otra forma de describirlo.
"Cuando decimos a los líderes mundiales que Ucrania necesita defensas aéreas suficientes, cuando decimos que necesitamos medidas decisivas reales que nos permitan proteger a nuestro pueblo, para que los terroristas rusos ni siquiera puedan acercarse a nuestra frontera, estamos hablando de no permitir que se produzcan ataques como éste", afirmó.
Moscú niega haber atacado deliberadamente a civiles, pero miles de ellos han muerto y resultado heridos durante los 27 meses que ha durado su invasión a gran escala de Ucrania.
(Reporte adicional de Olena Harmash; Editado en Español por Ricardo Figueroa)