En los últimos años, el concepto de cambio climático cobró una relevancia central en los debates sociales, destacándose como un fenómeno asociado a alteraciones significativas y duraderas en los patrones climáticos. Sin embargo, con la llegada del Gobierno libertario, este fenómeno fue puesto en duda desde el discurso oficial. Lo cierto es que el cambio climático ya dejó consecuencias visibles, como el aumento de temperaturas, sequías y la escasez de agua, una situación que afecta profundamente a provincias como La Rioja, que en octubre de 2024 se vio obligada a declarar la emergencia hídrica debido a la crítica situación de sus recursos.
La falta de lluvias, junto con niveles históricamente bajos en los diques y una disminución significativa en los caudales de las cuencas hídricas, llevaron al Gobierno provincial a tomar esta medida. La emergencia busca priorizar recursos para garantizar el abastecimiento de agua a la población, implementar soluciones a corto plazo y planificar obras a futuro.
La provincia atraviesa el segundo verano con "muy escasas precipitaciones", que derivaron en diques secos, y otros con bajo nivel de agua en La Rioja, según explicó a El Destape el gerente General de Aguas Riojanas e ingeniero civil, Roberto Valle.
De los 18 departamentos que conforman la provincia, la empresa estatal de agua tiene la administración del recurso hídrico en 5 departamentos: Capital, Chilecito, Chamical, Olta y Aimogasta, que concentran aproximadamente el 75% de la población.
Por su parte, la Ciudad de La Rioja cuenta con dos sistemas de abastecimiento. Uno de ellos proviene de la cuenca de Waco-Sanagasta, que alimenta el dique Los Sauces. Este sistema abastece el 30% de la ciudad, pero debido a la falta de precipitaciones, el caudal de agua que se extrae de esta cuenca disminuyó considerablemente y pasó de 2.200 metros cúbicos por hora a solo 750, según detalló el gerente de Aguas Riojanas.
Frente a esta crisis, se implementó un plan de emergencia para mejorar la situación. Este plan incluyó la reparación de perforaciones existentes y la instalación de nuevas perforaciones en la zona oeste, así como la activación de perforaciones fuera de servicio.
“Ese plan todavía está en ejecución, durante el mes de enero y febrero, mientras que la distribución de agua en las zonas más afectadas se complementa con camiones cisternas”, aseguró el ingeniero.
Las obras en la provincia
Debido a esta crisis hídrica, en algunas zonas de la provincia el caudal de agua se redujo y en otras zonas el Gobierno provincial tuvo que asistir a las familias hasta con camiones cisterna. A pesar de que existen perforaciones en las más zonas altas, estas no se pueden realizar con mayor profundidad debido a la presencia del lecho rocoso de la montaña, lo que limita las posibilidades de extraer agua de mayor profundidad, como detalló Valle.
“Tenemos 13 perforaciones en el lecho del río, que son perforaciones consideradas poco profundas. También tenemos los filtros, que captan el agua en ese paquete arenoso del río y lo traslada al acueducto. Pero no se puede hacer más perforaciones, porque es el mismo lecho del río. Cuando las napas freáticas descienden, hay perforaciones que se quedan colgadas y los filtros dejan de funcionar, porque ya no tienen agua. No tenemos donde hacer perforaciones más profundas, porque ya es el lecho rocoso de la montaña y no se puede perforar porque no hay agua más abajo”, remarcó el gerente de Aguas Riojanas.
Por otro lado, en medio del primer año de gestión del presidente Javier Milei, el gerente de la empresa estatal se refirió a la paralización de la obra pública nacional y cómo afectó a la provincia durante el 2024: “A nosotros nos complicó muchísimo. Podríamos haber pasado de esta crisis un poco más holgados”.
Si bien La Rioja enfrentó históricamente dificultades con sus recursos hídricos, la situación se agravó notablemente hace poco más de dos años y, con la llegada de 2024 y la nueva gestión del Gobierno nacional, la administración de este recurso se tornó aún más compleja.
“Si hubiésemos tenido el apoyo de Nación, seguramente que, en tiempo y en cantidad, hubiese sido suficiente como para compensar algo más en la situación que hoy estamos viviendo por escasez de agua”, advirtió Valle.
Pese al desfinanciamiento de la obra pública en todo el país, la provincia continuó con el desarrollo de obras estratégicas y ya piensa en un abordaje de la problemática para 2025. “Se está trabajando a contrarreloj en proyectos clave para optimizar el uso del agua en diversos aspectos, a través de obras grandes, medianas y pequeñas, con el objetivo de garantizar a la sociedad trabajos esenciales para el futuro”, especificó el ingeniero.
Los ejes de concientización sobre el recurso hídrico
En el marco de la emergencia hídrica que afecta a la provincia, el Gobierno local lanzó una campaña de concientización destinada a informar a los vecinos sobre la grave situación del agua y promover su cuidado. Además de distribuir información, se implementaron medidas concretas como el abastecimiento de agua a las zonas más afectadas mediante camiones cisterna, mientras que en otras áreas se estableció un sistema de suministro por turnos. El objetivo principal de la campaña es que las familias riojanas tomen conciencia de la escasez del recurso y colaboren en su conservación.
Otra de las medidas implementadas, en el marco del plan de concientización, son los operativos a cargo de la Policía del Agua, que recorren los domicilios con tareas de prevención, control e información sobre el uso responsable del agua.
Con el objetivo de que estos consejos lleguen a toda la población, la Policía del Agua recorre los barrios para garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes y fomentar hábitos sostenibles entre los vecinos. Todas estas medidas forman parte de una estrategia integral para enfrentar los desafíos de la emergencia hídrica, que afecta no solo al abastecimiento, sino también a la sostenibilidad futura del recurso.