Cerca de 500 familias que fueron evacuadas de sus viviendas en la ciudad entrerriana de Concordia, la más afectada por la crecida del río Uruguay, empezarán a volver a sus domicilios la próxima semana gracias al ritmo de descenso de altura del agua y al trabajo de reacondicionamiento y recuperación de servicios públicos en esos sectores.
El río tiene una altura de 11,04 metros en Concordia, continúa descendiendo desde la semana pasada y volvió a quedar por debajo del nivel de evacuación (12,50).
El Municipio inició las últimas horas la reconexión de unos 255 medidores en zonas inundables, tanto viviendas como comercios, y se habilitó el alumbrado público, mientras equipos de higiene limpian y reacondicionan las calles y espacios públicos de sectores que permanecieron bajo el agua.
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La bajante se produce, entre otras cosas, al disminuir un 43% el caudal evacuado por la represa de Salto Grande, que variará entre los 13.000 y 15.000 metros cúbicos por segundo, confiaron a Télam desde la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande.
Además, explicaron que el nivel en las ciudades se mantendrá con una tendencia "de descenso gradual" que continuará los próximos 10 días.
De las cerca de 500 familias que permanecen evacuadas, menos de 100 grupos familiares continúan en los cinco centros de evacuados dispuestos.
Allí reciben alimentos, cuidado, prevención, campañas de vacunación, seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas y chequeos generales de salud, además de la atención y reubicación de animales de las familias.
El resto de los evacuados se trasladó a direcciones particulares o se estableció en lugares cercanos a sus viviendas, como los vagones de tren abandonados de la zona del puerto.
"Seguimos parando en los vagones pero ya estamos limpiando toda la casa, que lleva un tiempo porque se formó corrosión en las paredes", dijo Isabel Tavares, una de las vecinas afectadas, al canal local Tele5, y deseó que "muchas familias pasen las fiestas en familia y en sus casas".
Carlos Camino logró regresar a su vivienda días atrás, luego de que el agua le cubra más de 40 centímetros de altura.
"Ya estoy acá, queda que vuelvan a conectar la luz así continúo mis trabajos en el taller, porque hace 45 días aproximadamente que no tengo ningún ingreso y tengo trabajos pendientes", agregó.
Por otro lado, el Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia (CCISC), que reúne a múltiples fuerzas económicas de esos tres sectores, le reclamó a Salto Grande información "certera y precisa" sobre el manejo de los niveles del río durante la crecida.
En ese sentido, preguntaron si las inundaciones se podrían haber evitado, y si no se realizaron las maniobras necesarias porque era "prioridad" mantener la cota del embalse debajo de 35 metros porque sino debían "indemnizar a los propietarios de terrenos lindantes" con el lago.
El río todavía cubre parte de la Avenida Fernando Mendoza sobre la costanera de Concordia, con una rotonda, la zona del mirador, el cartel de la ciudad y gran parte de las instalaciones y canchas del club Regatas, bajo el agua.
En Concepción del Uruguay, la mayoría de las familias evacuadas fueron reubicadas en casas de familiares y zonas no afectadas en sus propios barrios, con el río a 6,30 metros, en el nivel de evacuación.
Sin embargo, el Municipio confirmó que las playas no serán parte de la oferta turística al menos en el inicio de temporada de verano, ya que el famoso Banco Pelay, el balneario municipal, la costanera de la Isla del Puerto, la isla Cambacuá y las de la región continúan bajo el agua.
Gualeguaychú se encuentra en una situación similar: Defensa Civil afirmó que el río con el mismo nombre deberá bajar al menos un metro más para lograr habilitar las playas y costanera para el verano.
Allí las aguas alcanzaron los 3,40 metros de altura este mediodía, por debajo de la alerta (3,50) y evacuación (3,80).
Por otro lado, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) entregó 20.000 dólares al Municipio de Concordia, 5.000 a Colón y otros 5.000 dólares a Concepción del Uruguay, y donó cuatro contenedores móviles diseñados para instalarse en zonas de crisis.
"Reafirmamos el compromiso con la seguridad y bienestar de las comunidades afectadas, trabajando para mitigar los efectos de las inundaciones", dijo el presidente de CARU por Argentina, José Eduardo Lauritto.
La colaboración busca "brindar respuestas eficientes y solidarias a las comunidades afectadas", destacó Mario Ayala Barrios, presidente de la delegación uruguaya.
Con información de Télam