Tras varios anuncios de despidos y cierres, esta semana se conoció que 17 sucursales de Correo Argentino, ubicadas en la provincia de La Rioja, cerrarán sus puertas. Esto implicará que solo quedarán abiertas tres sucursales en el interior de la provincia, y que alrededor de 40 trabajadores perderán su fuente de trabajo.
La secretaria general de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), Alejandra Quiroga, indicó que solamente quedarán habilitadas las sucursales de la ciudad capital y, en el interior de la provincia, las de Chilecito, Chamical y Chepes. "La cuestión de fondo tiene que ver con el ajuste que realiza el gobierno de Milei. Para ellos, somos una empresa deficitaria y deciden realizar este sistema de cierre de oficinas y despido del personal, para así llegar a ser productivos", expresó Quiroga.
Por su parte, el titular de la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones (FOECYT), Víctor Aballay, indicó que esto recién empieza, y que algunos trabajadores riojanos del Correo Argentino consideraron la opción de aceptar el retiro voluntario ante la incertidumbre de ser despedidos, y no recibir nada a cambio.
Cabe destacar que, a fines de abril, llegaron cuatro telegramas a la delegación del Correo Argentino de La Rioja, pese a que aún estaba abierto el retiro voluntario. "Eran empleados con antigüedad, teníamos retiros voluntarios vigentes y estaba la posibilidad de ampliar ese margen, pero sorpresivamente dispararon esos telegramas", indicó Aballay y denunció: "El ajuste viene por la reducción del personal y se ve que el objetivo es privatizarla".
Por último, Aballay destacó la importancia de tener la presencia del correo en cada pueblo, y sostuvo que esperan que el poder político pueda frenar el cierre de las sucursales.
Los despidos de la era Milei
En marzo, el Ministerio de Capital Humano de la Nación ordenó el cierre de 59 Centros de Referencia (CDR), espacios locales de gestión ubicados en diferentes puntos del país para acercar a la población políticas públicas y promover los derechos sociales. En La Rioja, esto trajo como consecuencia el desmantelamiento del único CDR con el que contaba la provincia, y el despido de 40 personas.
Por otro lado, en marzo, la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) presentó un informe que demostraba que, en la gestión del actual presidente de la Nación, el sector aceleró notablemente la pérdida de puestos de trabajo. Particularmente, en La Rioja se perdieron entre 9 mil y 10 mil puestos de trabajo, especialmente por el impacto de la paralización total de la obra pública que decidió el Ejecutivo.
Cabe destacar también que el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) dispuso el cierre operativo de todas sus delegaciones provinciales a partir del 1° de abril. La cantidad de empleados afectados a nivel nacional rondó los 350, mientras que en La Rioja fueron ocho familias las que se quedaron sin trabajo.
Con respecto al sector privado, la baja generalizada del consumo golpeó a las industrias riojanas y comenzó a repercutir durante este primer cuatrimestre del año en el empleo, con despidos y suspensiones. Un estudio del Gobierno de La Rioja determinó que existieron, entre enero y abril del 2024, un total de 198 despidos; mientras que, en el mismo periodo de tiempo, las suspensiones de trabajadores superaron las 350 en la suma de las diferentes empresas.