En un nuevo paso hacia la integración entre Argentina y Chile, representantes del Ministerio de Transporte y Comunicaciones de La Rioja, junto con autoridades del Municipio de Tierra Amarilla, se reunieron para avanzar en la consolidación del Corredor Bioceánico. Este encuentro, realizado en la localidad chilena de Tierra Amarilla, cercana a Copiapó, refuerza los lazos de cooperación entre ambas regiones, con un enfoque en las áreas comercial, educativa y científica.
En la comitiva que representó a La Rioja estuvieron presentes figuras clave como Luis María Agost Carreño, coordinador del Corredor Bioceánico; Gustavo Palacios, responsable de Logística; y Marcelo Pinto, de Vialidad Provincial. Por parte de Chile, asistieron el alcalde de Tierra Amarilla, Cristóbal Zuñiga Arancibia, y el jefe de Gabinete, Tomás Salvo. Este encuentro fue fundamental para discutir los intereses compartidos y avanzar en la integración física y cultural entre las dos regiones.
Agost Carreño destacó que el encuentro en Tierra Amarilla permitió no solo dialogar sobre la infraestructura del Corredor Bioceánico, sino también recorrer el camino que conecta la localidad chilena con La Rioja. "Nos reunimos en Tierra Amarilla, a 15 kilómetros de Copiapó, para dialogar sobre los intereses de las autoridades locales en su vinculación con nuestra provincia. También tuvimos la oportunidad de recorrer el trayecto hacia el límite con La Rioja, evaluando el estado actual de la ruta", explicó.
En términos de cooperación, el alcalde Zuñiga Arancibia enfatizó la importancia de fortalecer los lazos educativos. Se planteó la posibilidad de que profesionales de La Rioja, especialmente en áreas de la salud como Cardiología, Pediatría y Obstetricia, puedan brindar sus servicios en Tierra Amarilla. Esto refleja un interés en ampliar la colaboración más allá del comercio, integrando aspectos culturales y científicos, clave para el desarrollo de ambas comunidades.
El apoyo de La Rioja al Corredor Bioceánico y el pedido de habilitación del Paso Pircas Negras
El Gobierno de La Rioja, en su compromiso con la integración regional, solicitó el apoyo de las autoridades chilenas para habilitar el Paso Pircas Negras a fines de noviembre. Esta habilitación es crucial para facilitar el tránsito de empresas riojanas que tienen vínculos comerciales con la ciudad de Copiapó. Agost Carreño expresó su satisfacción al constatar los avances en la pavimentación del lado chileno del Paso Pircas Negras, destacando que restan pocos kilómetros por completar. Este progreso mejorará significativamente la operatividad del Corredor Bioceánico, respetando siempre los recursos naturales de la zona.
Ya en abril, durante el XXIII Plenario de Autoridades del Comité de Integración ATACALAR Chile-Argentina, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, había subrayado la necesidad de reactivar el Corredor Bioceánico. Este corredor no solo beneficia a La Rioja, sino que tiene un impacto estratégico en Argentina, Uruguay, Brasil y Chile, conectando los océanos Atlántico y Pacífico y mejorando la competitividad de la región en el mercado global.
La importancia del Corredor Bioceánico NOA-Centro
El Corredor Bioceánico NOA-Centro es un proyecto que busca transformar la infraestructura de transporte de la región, conectando el corazón productivo de Argentina con los mercados de Oriente, como China, Japón, India y Vietnam. El corredor abarca territorios clave de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, con la participación de provincias como Catamarca, La Rioja, Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Buenos Aires.
Una de las principales ventajas de este proyecto es la creación de un sistema de transporte multimodal, con una red ferroviaria que podría reducir los costos de fletes en un 30% y duplicar la capacidad de transporte de mercancías. Además, la disminución en tiempos de navegación entre 12 y 15 días fortalecería la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional.
El proyecto contempla el desarrollo de puertos de mayor calado en Chile, con capacidad para cargar hasta 400.000 toneladas, muy por encima de las 50.000 toneladas que pueden manejar los puertos de Buenos Aires y Rosario. Esto permitiría una mayor eficiencia en el transporte de mercancías hacia mercados de Asia y Oriente Medio. Finalmente, la creación de dos centros logísticos en Chamical, La Rioja, y Recreo, Catamarca, consolidaría nodos de concentración y distribución de cargas, optimizando las operaciones de logística y facilitando el intercambio comercial entre las provincias argentinas y el resto del mundo.