El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que prometió hacer de su país un "Estado central mundial", se enfrentó el miércoles a las consecuencias diplomáticas internacionales de su fallido intento de imponer la ley marcial.
Yoon declaró la ley marcial en un discurso televisado en directo a última hora de la noche del martes, para dar marcha atrás seis horas más tarde, después de que los miembros del Parlamento desafiaran los cordones policiales y de las fuerzas especiales para votar a favor de bloquear la medida.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que iba a celebrar una cumbre con Yoon esta semana, no acudirá a la cita, según informó el miércoles su portavoz.
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"Dados los recientes acontecimientos, hemos decidido posponer la visita", dijo el portavoz en un comunicado.
Estados Unidos, el principal aliado de Corea del Sur, aplazó indefinidamente las reuniones del Grupo Consultivo Nuclear (NCG, por sus siglas en inglés) y los ejercicios militares de mesa relacionados, dijo un responsable estadounidense, que habló bajo condición de anonimato.
El NCG es una iniciativa de Yoon para que Corea del Sur desempeñe un papel más importante en la planificación aliada de una posible guerra nuclear en la península.
Alrededor de 28.500 soldados estadounidenses están estacionados en Corea del Sur y no estaba claro de inmediato si otros ejercicios militares conjuntos se verían afectados. Un portavoz de las Fuerzas de EEUU en Corea no respondió a una petición de comentarios.
Los ejércitos de EEUU y Corea del Sur están "en contacto", dijo el Pentágono el martes, que añadió que no había ninguna solicitud de asistencia de Seúl ante los acontecimientos.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo anteriormente que Estados Unidos no había sido notificado con antelación del anuncio de Yoon y añadió: "Estamos seriamente preocupados por los acontecimientos que estamos viendo sobre el terreno".
Duyeon Kim, del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, afirmó que "la reputación internacional de Yoon como faro y símbolo de la democracia está ahora por los suelos".
"El destino de la política exterior de Yoon sigue siendo incierto e incluso sombrío", añadió.
Con información de Reuters
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