Una investigación realizada por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) advierte que en 6 de cada 10 plazas, paseos y parques de la capital de Córdoba tienen menos de 33% de cobertura arbórea, una vegetación necesaria para regular el clima, mejorar la calidad del aire y fomentar la recreación y las interacciones sociales, alertan desde esa institución académica.
El informe, que publica el sitio web de UNCiencia, detalló que el relevamiento se realizó en 2020 durante el aislamiento social y preventivo por la pandemia de coronavirus, y estuvo a cargo de un equipo interdisciplinario de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC, junto a estudiantes voluntarios de la Tecnicatura Universitaria en Jardinería y Floricultura de la Facultad de Ciencias Agropecuarias.
La iniciativa surgió a partir de la importancia socioambiental que tienen las plazas, paseos y parques tienen en la regulación del clima, en la mejora de la calidad del aire y en la prevención de inundaciones en las ciudades, resalta la información.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En ese sentido, el informe agregó que también fomentan la biodiversidad, la recreación, la interacción social, la participación ciudadana y la posibilidad de crear huertas urbanas.
Los resultados del relevamiento dejaron en evidencia que el 62,5% de los espacios verdes (EV) de la ciudad de Córdoba carecen de suficiente vegetación, lo que pone en riesgo su capacidad de proporcionar estos servicios ecosistémicos esenciales, alerta el investigador Miguel Martiarena.
El trabajo se realizó sobre 789 parcelas seleccionadas aleatoriamente, de las cuales 493 (62,5%) presentan nulas o malas condiciones para desempeñar funciones ecosistémicas porque tienen menos del 33% de su superficie con cobertura arbórea, detallan las conclusiones.
También, se aseveró que esos espacios no sólo incumplen la ordenanza municipal 9.962/98 que plantea una serie de criterios para el diseño y conformación arquitectónico-urbanística y ambiental de los espacios verdes públicos, sino que una gran parte (306 parcelas) ni siquiera alcanza un 10% de superficie cubierta de árboles.
Un segundo subgrupo de 198 espacios verdes posee un cobertura arbórea regular (entre el 33% y el 66% de su superficie está cubierta por esta vegetación) y podrían desempeñar sus funciones ecosistémicas, los cuales representan el 25,1% del total de las parcelas relevadas.
Mientras que sólo 98 alcanzaron una cobertura arbórea superior al 66%, la ideal en términos ambientales, y que sólo representan al 12,4% de todos los espacios verdes relevados.
Por otra parte, se menciona como otro aspecto negativo la baja renovación del arbolado, y que, entre 2013 y 2020, en el 46,9% de los espacios verdes, no se identificaron plantaciones recientes de árboles y la composición de la vegetación no era necesariamente autóctona, ni adaptada al clima local o asociada con fauna nativa.
Los espacios verdes cumplen otras funciones además de ser sitios de recreación. Son los servicios ecosistémicos como regulación de la temperatura al reducir el efecto de isla de calor. Para eso es importante que tengan un arbolado adecuado, sostuvo Beatriz Giobellina, investigadora del equipo.
Sobre el tema advierte que las funciones de los espacios verdes va a ser cada vez más necesaria, al pronosticar que para el año 2050 se espera que la ciudad de Córdoba tenga 3 grados más de temperatura promedio durante el verano debido al cambio climático.
Entre otros datos, el estudio detalló que, para alcanzar la cobertura de 66% de la superficie en la totalidad de los EV, se debería forestar un 87,6% del total de estos espacios de la ciudad, tarea que, según Martiarena, no debe limitarse a la reforestación, sino involucrar a la ciudadanía y al Estado en ese proceso de resiliencia.
Afortunadamente, la investigación demostró una gran participación y accionar de la ciudadanía, al tiempo que reveló que muchos de los espacios verdes tienen intervenciones espontáneas de vecinos y vecinas que buscan arreglar sus plazas, como plantaciones y murales.
Las iniciativas ciudadanas tienen un gran valor, pero el rol del Estado es fundamental para acompañar y guiar a los ciudadanos y ciudadanas para que las cosas estén mejor, concluyó Martiarena.
Con información de Télam