En la actualidad, la provincia de Formosa cuenta con 1.653 comunidades indígenas en su territorio, pertenecientes a los pueblos Toba (Qom), Pilagá y Wichí. Para salvaguardarlas, desde 1984 cuenta con la Ley Integral del Aborigen (n°426), que tiene por objeto la preservación social y cultural de las comunidades originarias, el mejoramiento de sus condiciones económicas y la defensa de su patrimonio y sus tradiciones, para garantizar que se encuentren en igualdad de derechos. Cabe destacar que fue la primera provincia que dictó una Ley que hizo un reconocimiento igualitario y distintivo a los pueblos originarios: esto se debe, en gran parte, a que la provincia se define como multicultural y plurilingüe en su texto constitucional, siendo la diversidad un aspecto central de su identidad.
Al mismo tiempo, a partir de la instauración de esta Ley, se creó el Instituto de Comunidades Aborígenes, que tiene competencia en todo el territorio provincial y trabaja en articulación con todos los sectores del Gobierno provincial para alcanzar el pleno desarrollo humano de las etnias Toba, Pilagá y Wichi, contemplando acciones concretas en el área de salud, educación, trabajo, vivienda, etc. A continuación, repasamos algunas de estas principales acciones que se están llevando adelante en la actualidad.
Salud y Alimentación
En el interior provincial, las comunidades originarias cuentan con salas que ofrecen guardias de enfermería las 24 horas, atención médica a la mañana y a la tarde, y en donde funciona una farmacia que dispensa medicamentos a los pacientes de manera totalmente gratuita. Los hospitales más cercanos ponen a disposición móviles del Sistema Integrado Provincial de Emergencias y Catástrofes (SIPEC) para el traslado de pacientes, en los casos que así lo requieren.
Por otra parte, todos los meses se realizan operativos sanitarios itinerantes, con el objetivo de acercar atención médica a las comunidades originarias que viven en regiones alejadas de los centros de salud. Cada operativo incluye consultas médicas, atención odontológica, controles obstétricos, realización de ecografías, aplicación de vacunas, evaluaciones pediátricas y un completo chequeo nutricional para niñas, niños y adultos. El accionar es llevado a cabo por un equipo de médicos generalistas, pediatras, obstetras, enfermeros, ginecólogos, nutricionistas, odontólogos y demás agentes sanitarios del hospital más próximo.
En lo que respecta al acceso a una alimentación segura y de calidad, el Programa Alimentario Provincial se encarga de distribuir módulos alimentarios entre las comunidades originarias más vulnerables. Durante las épocas de bajas temperaturas, se adiciona una frazada con la entrega de cada caja. Este año, el beneficio ya alcanzó a 26 mil familias de las etnias Wichí, Pilagá y Toba.
La entrega de módulos alimentarios es considerada, por el Gobierno provincial, como una oportunidad ideal para abrir canales de diálogo con los beneficiarios, pastores, caciques y líderes locales, escuchando sus necesidades y prioridades; y conociendo así, de primera mano, la situación de cada comunidad para poder gestionar soluciones efectivas.
Por otra parte, cabe resaltar que los módulos alimentarios se financian íntegramente con fondos provinciales, dado que el presidente Javier Milei decidió recortar los fondos nacionales que le correspondían a Formosa, y que eran destinados al sostenimiento de este programa alimentario, entre otros.
Educación e integración
Uno de los puntos más sobresalientes de la Ley Integral del Aborigen es el que dispone una enseñanza bilingüe (castellano-lenguas aborígenes) en las escuelas, así como la utilización de planes específicos, reformulando los contenidos pedagógicos, conforme con la cosmovisión e historia aborigen.
A raíz de esto, Formosa cuenta con una Educación Intercultural Bilingüe (EIB), en donde las comunidades originarias gozan del derecho de aprender y desarrollarse en su propia lengua indígena, lo cual los ayuda a integrarse en el sistema educativo. Actualmente, Formosa cuenta con más de 320 instituciones educativas interculturales en las que trabajan alrededor de 600 docentes indígenas, convirtiéndose en una provincia pionera en reconocer el derecho a la educación de los pueblos indígenas, en condiciones de igualdad y equidad de recursos.
Desde su puesta en práctica, los estudiantes formoseños aprenden el contenido curricular en español y en sus propias lenguas originarias. A su vez, el aprendizaje también se complementa con conocimientos ancestrales, espirituales y tradicionales, tal como sucede en la vida diaria de cada comunidad.
Por otra parte, la provincia también cuenta con dos institutos de formación docente para indígenas, quienes, una vez finalizada su carrera, se dedican a enseñar en las comunidades de la provincia.
Otro aspecto a destacar es la integración de las comunidades originarias en eventos deportivos como el Torneo de la Amistad "Copa Gildo Insfrán". Este torneo de fútbol femenino, que ya lleva tres ediciones, en su última edición llegó a reunir a más de 95 equipos de fútbol femenino de las etnias Wichí, Toba, Pilagá y criollas de toda la provincia, y contó con la participación de más de 1.600 competidoras.
Además, los trofeos del torneo de la última edición fueron diseñados con técnicas de cestería por la artesana qom Ivana Luz Sosa. En su realización, se utilizaron madera de palo santo y lapacho, chaguar, carandillos, totoras y hojas de palma, materiales autóctonos que lograron reflejar el entorno geográfico formoseño y los orígenes multiétnicos y pluriculturales de la provincia.