Los líderes europeos reunidos en Budapest han instado este jueves a Donald Trump desde la distancia a evitar guerras comerciales, mantener el apoyo a Ucrania y abstenerse de desequilibrar el orden mundial tras su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
La victoria de Trump es un gran desafío para Europa, que abre una era de enorme incertidumbre en un momento en el que el continente ya lucha por mantener la unidad y sus dos mayores potencias, Alemania —cuyo Gobierno de coalición acaba de romperse— y Francia, se encuentran debilitadas.
La relación de Trump con sus socios europeos fue tensa y convulsa durante buena parte de su primer mandato, y su regreso al poder trae incertidumbre sobre el respaldo estadounidense a Ucrania frente a la invasión rusa, el compromiso de Estados Unidos con la alianza militar OTAN y la perspectiva de aranceles a las exportaciones a Estados Unidos.
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"Confío en la sociedad estadounidense", dijo el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, mientras él y otros instaban a Trump a seguir apoyando a Ucrania, a su llegada a una reunión de casi 50 líderes europeos en Budapest.
"Saben que les interesa mostrar firmeza cuando se trata de regímenes autoritarios. Si Estados Unidos fuera débil con Rusia, ¿qué significaría para China?".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que ahora le toca a la Unión Europea estar unida. Ningún Estado miembro de la UE puede hacer frente por sí solo a los retos que se avecinan.
Sobre Ucrania, dijo: "A todos nos interesa que los autócratas de este mundo reciban un mensaje muy claro de que no es el derecho de la fuerza, que el Estado de Derecho es importante".
ESPERANZA DE EVITAR UNA GUERRA COMERCIAL
Muchos de los líderes dijeron que esperaban con ganas trabajar con Trump.
El anfitrión de la cumbre, el primer ministro nacionalista de derechas húngaro Viktor Orban, es uno de los pocos aliados cercanos de Trump entre los líderes europeos, y dijo que descorcharía una botella de champán si Trump ganaba. Los diplomáticos especularon con la posibilidad de que Orbán haya planeado que Trump se dirija a los líderes europeos por videoconferencia.
Sin embargo, otros, como el primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, y el de Finlandia, Petteri Orpo, se mostraron tajantes sobre sus preocupaciones, entre ellas las relativas al comercio y el brusco trato de Trump a sus aliados.
A la incertidumbre que se cierne sobre los encuentros de Budapest se suma la ruptura del Gobierno tripartito alemán el miércoles por la noche, cuando el canciller Olaf Scholz destituyó a su ministro de Finanzas y allanó el camino para unas elecciones generales.
"Una cosa es segura: Europa no es fuerte sin una Alemania fuerte", dijo la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
La cumbre incluirá en primer lugar una reunión de mandatarios de la Comunidad Política Europea ampliada, que incluye Estados no pertenecientes a la UE como Reino Unido, de quien se espera que renueve su compromiso de apoyo a Ucrania, antes de las sesiones sobre migración y seguridad económica.
Con información de Reuters