Una comisión del Senado de Colombia rechazó el miércoles un proyecto de ley de reforma al sistema de salud propuesto por el Gobierno del presidente Gustavo Petro y lo archivó, en una de las mayores derrotas para el mandatario en el Congreso durante sus 20 meses de Gobierno.
La reforma a la salud era una de las principales iniciativas que Petro, quien asumió en agosto del 2022 como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, bajo la promesa de reducir la desigualdad, la exclusión y la pobreza en el país de 50 millones de habitantes.
El proyecto de ley, que según el Gobierno buscaba aumentar el acceso a los servicios de salud, elevar salarios del personal médico y combatir la corrupción, provocó la mayor fractura en la coalición legislativa que apoyaba a Petro y desató una reorganización de su gabinete ministerial en abril del 2023.
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La reforma se hundió después de que 9 de los congresistas votaron por el archivo y cinco se opusieron.
El Gobierno podrá presentar un nuevo proyecto en la siguiente legislatura.
"El Gobierno respeta las reglas democráticas y dentro del marco de las reglas democráticas insistirá en que Colombia necesita una reforma a la salud", dijo el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.
El punto de la reforma que mayor polémica desató fue uno que planteaba acabar con las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) responsables de la afiliación y registro de los usuarios al sistema, así como de los pagos a las clínicas y hospitales por la atención a los pacientes.
El proyecto proponía crear un organismo gubernamental que centralizará los pagos para garantizar los desembolsos rápidos a las clínicas y hospitales que frecuentemente se quejan de demoras.
Según la entidad que administra los recursos de la salud, el Gobierno adeuda unos 2 billones de pesos (520,1 millones de dólares) a las entidades que prestan servicios médicos y hospitalarios.
A su vez, las clínicas y hospitales sostienen que las EPS les adeudan alrededor de 10 billones de pesos (2.600,6 millones de dólares)
La reforma proponía crear Centros de Atención Primaria (CAP) para garantizar la atención oportuna de toda la población y descongestionar los servicios de urgencias, pero limitaba la elección de clínicas al área de residencia de los pacientes.
Petro dijo antes del archivo del proyecto que la reforma era "absolutamente imprescindible" para evitar la malversación de los recursos públicos.
"Para el Gobierno esto es una derrota que probablemente no aceptará bien y podremos esperar que busque intervenir más a través de las superintendencias o tratar de generar mayor incertidumbre y zozobra particularmente para los actores privados que están operando en el mercado de salud, pero quizás también otros mercados que sean percibidos como opositores del Gobierno", dijo Sergio Guzmán, de Colombia Risk Analisys.
Una reforma laboral y una de pensiones siguen sus trámites en el legislativo, pese al riesgo de que tampoco sean aprobadas. Hace un año el Gobierno desistió de continuar con el trámite de una reforma política.
El Gobierno tomó en las últimas horas el control de dos entidades aseguradoras -la Nueva EPS y Sanitas- que suman alrededor de 16,3 millones de afiliados, un hecho calificado por la oposición como una medida para asumir el manejo del sistema de salud ante el fracaso en el legislativo.
"El Gobierno asume su función constitucional de reordenador del sistema de salud. Evitamos así una quiebra generalizada y la liquidación abrupta en el sistema de salud", dijo Petro en su cuenta de X.
Con información de Reuters
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