China solicitó que los países tengan conversaciones en la cumbre climática de la ONU COP29 de la próxima semana sobre los impuestos fronterizos al carbono y otras "medidas comerciales restrictivas" que, según Pekín, están perjudicando a las economías en desarrollo, de acuerdo con un documento al que tuvo acceso Reuters.
La petición abre la posibilidad de que la tensión comercial entre las principales economías pueda perturbar las conversaciones de las Naciones Unidas sobre el clima de este año, que comienzan el 11 de noviembre en Bakú, en Azerbaiyán.
China, en nombre del grupo de países BASIC, que también incluye a Brasil, India y Sudáfrica, ha presentado una propuesta al organismo climático de la ONU (CMNUCC) para añadir a la agenda de la COP29 conversaciones sobre "la preocupación por las medidas comerciales restrictivas unilaterales relacionadas con el cambio climático", según el documento.
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Los países BASIC han criticado duramente las políticas climáticas de la UE relacionadas con el comercio, incluida su ley contra la deforestación y su tasa fronteriza sobre el carbono, que impondrá gravámenes a las importaciones de productos con alto contenido en carbono.
China e India han tachado de proteccionista la tasa del carbono en la frontera y han afirmado que penaliza injustamente a los países en desarrollo.
La UE afirma que es necesaria para impedir que las industrias europeas -que pagan una tasa por sus emisiones de CO2- se vean perjudicadas por importaciones baratas de países con políticas climáticas menos estrictas.
Un portavoz de la CMNUCC confirmó que había recibido la propuesta de los países BASIC.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
A menos que los países BASIC retiren su propuesta, ésta se presentará a los países al comienzo de la COP29, cuando deben adoptar -por consenso- la agenda de la conferencia.
Cualquier disputa sobre el orden del día de la COP29 podría retrasar el inicio de las negociaciones y reducir el tiempo que les queda a los países para llegar a acuerdos, incluida su principal tarea: aprobar nuevos fondos por valor de cientos de miles de millones de dólares para hacer frente al cambio climático.
(Kate Abnett en Bruselas; Joe Cash en Pekín, edición en español de Javier López de Lérida)