El ejército israelí dijo el jueves que sus tropas mataron a cinco combatientes palestinos que estaban escondidos dentro de una mezquita en la ciudad cisjordana de Tulkarem, en uno de los mayores ataques al territorio ocupado en meses.
La operación, que según un testigo de Reuters aún no ha concluido, comenzó en las primeras horas del miércoles con cientos de tropas israelíes respaldadas por helicópteros, drones y vehículos blindados de transporte de personal atacando las ciudades críticas de Tulkarem, Yenín y áreas en el valle del Jordán.
También hubo una interrupción total de la red en Jawwal, una de las dos principales compañías de telecomunicaciones en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, según el testigo de Reuters.
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Las autoridades sanitarias palestinas dijeron que al menos 12 palestinos murieron en las operaciones del miércoles.
El jueves, en Yenín, las excavadoras avanzaban por las calles vacías bajo el sonido de los drones perforando el cielo, mientras las tropas israelíes permanecían estacionadas frente al principal hospital de la ciudad, registrando ambulancias.
El miércoles, los militares bloquearon el acceso al hospital con montículos de tierra y controlaron las ambulancias que entraban para evitar que los combatientes buscaran refugio allí.
Los brazos armados de las facciones Hamás, Jihad Islámica y Fatah dijeron en declaraciones separadas el miércoles que sus hombres armados estaban detonando bombas contra vehículos militares israelíes en Yenín, Tulkarem y Far'a, una ciudad en el valle del Jordán.
Israel dijo que uno de los cinco combatientes muertos en la mezquita de Tulkarem era Muhamad Jaber, conocido como "Abu Shujaa", jefe de una red de combatientes en el campo de refugiados de Nur Shams, cerca de la ciudad.
Los enfrentamientos en Cisjordania se han intensificado desde que comenzó la guerra de Israel contra los milicianos de Hamás en Gaza hace casi 11 meses.
ESCALADA DE ENFRENTAMIENTOS
Israel afirma que Irán proporciona armas y apoyo a las facciones milicianas allí y ha intensificado sus operaciones en Cisjordania, mientras que los colonos judíos han lanzado frecuentes ataques de carácter parapolicial contra las comunidades palestinas.
Refiriéndose al último ataque en Cisjordania, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, dijo en una publicación en X durante la noche: "Esta es una guerra en todos los sentidos, y debemos ganarla".
Acusó a Irán de trabajar para desestabilizar a Jordania y establecer un frente oriental contra Israel, como lo ha hecho en Gaza y en el Líbano, donde Israel ha estado intercambiando disparos casi a diario con militantes del grupo aliado de Irán Hezbolá.
Para hacer frente a la amenaza de un frente oriental, Katz dijo que Israel tendría que utilizar "todos los medios necesarios, incluyendo, en casos de combates intensos, permitir a la población evacuar temporalmente de un barrio a otro para evitar daños a los civiles".
En la cercana Gaza, las órdenes de evacuación han desplazado varias veces a casi la totalidad de los 2,3 millones de habitantes del enclave, lo que ha provocado hambruna y enfermedades letales.
La última escalada de violencia entre israelíes y palestinos comenzó el 7 de octubre después de que milicianos de Hamás irrumpieran desde Gaza hacia el sur de Israel, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según cifras israelíes.
Desde entonces, la campaña israelí en Gaza ha destruido franjas del enclave y ha matado a más de 40.500 personas, según afirman autoridades sanitarias palestinas.
Mientras tanto, continúan las conversaciones con mediación internacional para poner fin al conflicto.
Desde que comenzó la guerra de Gaza, miles de palestinos han sido arrestados en redadas en Cisjordania y Jerusalén Este y más de 660 (combatientes y civiles) han muerto, según cifras del Ministerio de Salud palestino.
Al menos 30 israelíes han muerto en ataques en Jerusalén y Cisjordania durante el período, según recuentos israelíes.
Con información de Reuters