Cientos de miles de personas en la isla francesa de La Reunión se refugiaron hoy en sus viviendas ante el paso del ciclón Belal que dejó un muerto en este territorio galo del océano Índico.
Aunque las autoridades decretaron a primera hora de la mañana el nivel máximo de alerta por el "peligro inminente" que representaba el ciclón, finalmente lo rebajaron un grado siete horas después.
"No nos hemos librado del ciclón en absoluto, pero no es tan catastrófico como temíamos en un principio", dijo el prefecto de la isla, Jérôme Filippini, a través de una videoconferencia.
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El representante del Gobierno pidió -no obstante- a los 870.000 habitantes de este departamento de ultramar que siguieran confinados.
La rebaja del nivel de alerta permite operar a los socorristas, consignó la agencia AFP.
Sus servicios anunciaron en un comunicado la muerte de una persona sin hogar en Saint Gilles, en el oeste de la isla.
Según las fuerzas de seguridad, su cadáver se halló cerca del cuartel.
Tras golpear La Reunión por el norte y el oeste de la isla, provocando fuertes lluvias y violentas ráfagas de viento, el ciclón viró hacia el norte sin penetrar en la montañosa isla.
Céline Jauffret, del servicio meteorológico Météo-France, advirtió no obstante que La Reunión seguirá bajo influencia de Belal durante la tarde, con ráfagas de hasta 160 km/h y fuertes lluvias.
Los servicios meteorológicos de la vecina Mauricio decretaron el lunes el nivel de alerta 3 (de 4) por la "amenaza directa" del ciclón, que podría barrer esta nación insular el martes.
El último gran ciclón que azotó la isla francesa situada al este de Madagascar fue en 2014, pero las autoridades temían que el actual fuera como el de 1989, apodado Firinga y que destruyó cientos de hogares.
Por el momento, según la Prefectura, 100.000 hogares estaban sin electricidad, un 17% de los clientes de telefonía fija estaban sin servicio y se cortó el suministro de agua preventivamente a 37.000 personas.
Con información de Télam