Como un propósito personal, Cristian Levín, un apasionado de las motos desde siempre, emprendió una aventura épica desde su provincia natal, La Rioja, para recorrer Argentina de punta a punta y participar en las competencias de motocross más destacadas del país.
Después de pedalear incansablemente por más de 1800 kilómetros, Cristian llegó a Neuquén, justo a tiempo para sumergirse en la atmósfera del Supercross de la ciudad y disfrutar de los espectáculos de Fito Páez y Ratones Paranoicos en la Fiesta de la Confluencia. Su historia se destacó entre los miles de visitantes del evento, quienes quedaron admirados por su viaje que inició desde La Rioja en bicicleta.
Con una trayectoria marcada por su amor por las carreras y los motores, Cristian decidió hace una década dedicarse de lleno a su pasión. Comenzó como banderillero en el Campeonato Argentino de Motocross y desde entonces se dedico a recorrer una gran cantidad de ciudades y pistas en todo el país.
Su devoción por las competencias lo llevó a tomar la decisión de recorrer Argentina en bicicleta, para de esa manera conectar los eventos de motocross mediante el pedaleo de un lugar a otro.
A pesar de los desafíos y las adversidades en el camino, como robos de bicicletas y equipamiento, Cristian persiste en su viaje con una determinación inquebrantable. Su estilo de vida humilde y su compromiso con su pasión lo convirtieron en una figura respetada y admirada en el mundo del motocross argentino.
Actualmente, Cristian se desempeña como banderillero profesional, una labor exigente pero gratificante que le permite seguir cerca de las competencias que tanto le apasionan. Su próximo destino es la fecha del mundial de Motocross en Villa La Angostura, donde espera poder participar y continuar compartiendo su pasión con otros aficionados.
Para Cristian, este viaje no será su primera experiencia en las competencias internacionales. Ya viajó a Uruguay y a Bolivia para participar de carreras de los circuitos nacionales de esos países y dio el presente en otras dos fechas anteriores del mundial. Sin embargo, muchas veces depende de la solidaridad de aquellos que se cruzan por su camino y que se conmueven al saber cómo destina todos sus esfuerzos a vivir su pasión con total intensidad.