El presidente de China, Xi Jinping, despertó el lunes en París en su primera visita a la región en cinco años, con el comercio y la guerra de Rusia en Ucrania en la agenda de las conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En un comunicado hecho público a su llegada, Xi elogió los lazos entre ambos países, a pesar de las tensiones comerciales por una investigación de la Unión Europea sobre las exportaciones chinas de vehículos eléctricos y la investigación de Pekín sobre las importaciones de brandy, en su mayoría fabricado en Francia.
Xi afirmó que los lazos entre China y Francia eran "un modelo para la comunidad internacional de coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para ambas partes entre países con sistemas sociales diferentes".
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Los medios estatales chinos buscaron el lunes un tono conciliador en varios editoriales.
"La cooperación económica y comercial entre China y la UE es enorme y los golpes y las magulladuras son inevitables", escribió el Diario del Pueblo, el periódico insignia del Partido Comunista. "China está dispuesta a reforzar la comunicación y la coordinación con la UE, promover la cooperación y resolver las diferencias mediante el diálogo".
El Global Times escribió que "el deseo de China de ampliar la cooperación con Europa y apoyar la autonomía estratégica de Europa sigue siendo inquebrantable".
Los 27 miembros de la UE —en particular Francia y Alemania— no están unificados en su actitud hacia China. Mientras París aboga por una línea más dura en la investigación de los vehículos eléctricos, Berlín quiere proceder con más cautela, dicen las fuentes.
El canciller alemán, Olaf Scholz, no se unirá a Macron y Xi en París debido a compromisos previos, dijeron las fuentes.
"En Europa, no somos unánimes sobre el tema, porque algunos actores siguen viendo a China esencialmente como un mercado de oportunidades", dijo Macron en una entrevista con el diario francés La Tribune antes de la visita de dos días de Xi.
Francia espera empujar a China a presionar a Moscú para que detenga sus operaciones militares en Ucrania, con pocos avances aparte de la decisión de Xi de llamar por primera vez al presidente Volodímir Zelenski, poco después de que Macron visitara Pekín el año pasado.
El China Daily afirmó en un editorial que Ucrania era uno de los temas principales de la agenda de los líderes europeos que visitan China.
"China y Europa pueden trabajar juntos para impulsar un alto el fuego entre Rusia y Ucrania", afirmaba, añadiendo que China podría mantener intercambios económicos y comerciales normales tanto con Ucrania como con Rusia.
Francia también espera presionar para abrir el mercado chino a sus exportaciones agrícolas y resolver cuestiones en torno a las preocupaciones de la industria cosmética francesa sobre los derechos de propiedad intelectual, dijeron responsables. China, por su parte, podría anunciar un pedido de unos 50 aviones Airbus durante la visita de Xi.
Después de París, Macron llevará a Xi a los Pirineos, una región montañosa muy querida por el presidente francés por ser el lugar de nacimiento de su abuela materna, antes de que Xi se dirija a Serbia y Hungría, países más amistosos con Rusia.
Con información de Reuters