El tifón Gaemi azotó el viernes con lluvias torrenciales y fuertes vientos las ciudades de la provincia china de Fujian, en el interior del país.
La tormenta, que ya ha causado decenas de muertos a su paso por Taiwán y ha empeorado las lluvias estacionales en Filipinas, ha afectado hasta ahora a casi 630.000 personas en la provincia china de Fujian, de las que casi la mitad han tenido que ser realojadas, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Gaemi seguía registrando vientos de hasta 100,8 km/h cerca de su centro, suavizándose ligeramente respecto a los 118,8 km/h registrados el jueves por la noche cuando tocó tierra en la ciudad de Putian, en Fujian.
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Aunque Gaemi ha sido degradado a tormenta tropical debido a la menor velocidad de sus vientos, sus vastas bandas nubosas siguen constituyendo un importante riesgo de inundación, sobre todo para los ríos del centro de China, ya crecidos por las lluvias estivales.
Algunos científicos han advertido de que el calentamiento global está empeorando las tormentas tropicales, haciéndolas menos frecuentes pero mucho más intensas, según un informe publicado el viernes.
Horas antes de la llegada del tifón, el Comité Permanente del politburó del Partido Comunista, dirigido por el presidente Xi Jinping, celebró una reunión especial sobre el control de las inundaciones e instó a los cuadros de todo el país a proteger vidas humanas.
Según un informe de la reunión publicado por Xinhua, deben realizarse esfuerzos para evitar el desbordamiento de los principales ríos y el colapso de embalses grandes y medianos destacados.
Debido al tifón, 72 municipios de Fujian registraron una precipitación acumulada superior a 250 mm (9,8 pulgadas), con la más alta alcanzando 512,8 mm, dijeron las oficinas meteorológicas locales.
Se espera que Gaemi llegue a última hora del viernes a la provincia de Jiangxi, donde se encuentra el lago Poyang, el mayor lago de agua dulce de China.
El jueves, Gaemi barrió Taiwán con vendavales de hasta 227 km/h y arrojó más de 1.800 mm de lluvia en las montañas del sur de la isla, inundando varias ciudades y pueblos. Causó más de 500 heridos y cinco muertos.
El tifón también hundió un carguero frente a las costas taiwanesas y mató a 32 personas en Filipinas, donde su capital, Manila, declaró el "estado de calamidad" tras las inundaciones generalizadas. Un buque cisterna que transportaba combustible industrial también se hundió en un mar embravecido frente a las costas filipinas.
Con información de Reuters
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