La crisis económica y la pérdida del poder adquisitivo continúan impactando de lleno en los hábitos de consumo de las familias formoseñas. Según datos proporcionados por Matías Sartor, gerente de las carnicerías Friar en la ciudad de Formosa, el consumo de carne cayó un 20% durante el primer trimestre del 2025, en comparación con el mismo período del año anterior.
Las causas, como viene ocurriendo en múltiples rubros, se encuentran en la inflación y los aumentos de precios debido a las políticas implementadas por el presidente Javier Milei, que golpean directamente el bolsillo de los consumidores. “El consumidor tal vez busca el día a día. Antes se proveía para diez días”, explicó Sartor en declaraciones al diario La Mañana, y señaló que el último incremento del precio de la hacienda, del 10%, se dio hace apenas dos semanas.
El empresario fue claro al apuntar que la merma en las ventas tiene como principal origen “la caída del poder adquisitivo de la gente” pero también “los precios que fueron muy por arriba”. Frente a esta doble presión, el consumo de carne se volvió una elección esporádica para muchas familias, y los cortes más caros quedaron relegados.
Con la esperanza puesta en fechas clave como Semana Santa y el Día del Trabajador, Sartor remarcó que desde Friar están apostando a estrategias creativas para reactivar las ventas. “Hoy (por ayer) es el Día de la Empanada, entonces salimos con cuatro cortes en promoción para empanadas, para ver si podemos activar con esto”, explicó. También anticipó que preparan promociones temáticas para el Día del Pancho, que se celebra el 24 de abril.
Las redes sociales y las promociones de combos se volvieron una herramienta central para mantener el flujo de ventas. Según Sartor, los combos de hamburguesas y choripanes son los más elegidos por los clientes, que buscan opciones más accesibles para compartir en familia o entre amigos.
A pesar del panorama general de retracción, la carne de cerdo se destaca como una alternativa en crecimiento dentro de las góndolas formoseñas. “Cuando empecé con esto, el cerdo ocupaba un 5% del lugar en la góndola y hoy ocupa el mismo lugar que el pollo”, sostuvo Sartor. Además, subrayó que todo el cerdo que ofrecen proviene de una granja formoseña, lo que garantiza calidad y producción local.
En cuanto a los cortes más solicitados, el empresario explicó que el consumo de cerdo se diversificó considerablemente. “Antes era sólo costeleta, costillita y el que podía, el matambre. Hoy ya se llevan chuletón de pernil, solomillo y nos piden costeletas sin hueso para hacer milanesas”, detalló.
Para quienes planean celebrar con un asado en las próximas semanas, Sartor brindó algunos precios de referencia: el vacío de novillo se ofrece a $7.500 el kilo, la costilla a $6.000 y el matambre —ideal para empanadas— en promoción a $6.500.