(Por Josefina Marcuzzi) Un estudio de radio donde producen y difunden el podcast Radioculta forma parte de las propuestas de extensión del Centro Universitario de Devoto (CUD), un espacio donde más de 200 alumnos privados de su libertad acceden a cursos, seminarios y carreras de grado que les permiten proyectar un futuro fuera del penal.
"Nunca pensé que tenía la capacidad de estudiar, y mirá donde estoy. Si a mí me daban la oportunidad cuando era pibe, capaz ni llegaba a estar acá adentro. Acá terminé el secundario, me anoté en el CBC, voy a iniciar una carrera y participé en 13 capítulos del taller de radio. Acá tuve las oportunidades que afuera nunca tuve", sostiene Luis, de 56 años.
Él es uno de los alumnos regulares del taller de radio que funciona dentro del penal de Devoto para personas privadas de su libertad que realiza FM La Tribu en el marco del Programa de Extensión en Cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
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"Darle voz a los que no la tienen siempre me pareció una idea mala. Porque los presos hablan, tienen su propia voz, quizás el punto es: ¿quién o quiénes quieren escuchar?", reflexiona Alejandro Demasi, periodista de La Tribu y coordinador a cargo del taller de radio en el penal desde hace más de seis años.
El estudio de radio del penal de Devoto es pequeño; tiene un equipo de sonido, parlantes, micrófono y computadora; las paredes están pintadas por los propios detenidos y hasta tiene un locutor profesional dentro de los participantes.
Los estudiantes son, en general, los que proponen los temas: la vida en pandemia dentro del penal, las requisas, el estudio y la formación dentro de la cárcel, las elecciones, la inflación y hasta el valor del dólar. A veces, se permiten temas más llevaderos o placenteros, como por ejemplo la vida y muerte de Diego Maradona.
El proyecto de radio en cárceles está enmarcado en el programa de extensión de la UBA que incluye, además, otros espacios educativos como talleres de música, de edición, informática y computación. Todos ellos están abiertos, incluso, para personas que no hayan terminado la escuela primaria o secundaria.
El espacio, además de coordinar podcasts, propone actividades como falsos dúplex radiales con compañeras detenidas en Ezeiza y con Radio Mosquito, el proyecto radial del penal de José León Suárez.
Las personas privadas de su libertad están sometidas, generalmente, a un juicio abreviado o condicional. En promedio, sólo el 3% de las causas van a juicio oral, según cifras que maneja el CUD. Y la mayor parte de ellos no tiene acceso a la documentación de sus causas y el servicio penitenciario aduce, entre otras cosas, falta de insumos.
Por eso, otro de los espacios que propone el CUD es una asesoría penal y jurídica que les facilite el acceso a sus causas o, por lo menos, la comprensión de la situación legal que está atravesando cada uno y las posibilidades que tienen en términos de derechos.
"A veces el enemigo es el que está al lado. Nos pasa que hay personas que nos dicen: ¿No estudiás afuera y venís a estudiar en cana? Escuchás eso. Pero es eso: estudiar y meterle cumbia para salir rápido y poder estar con la familia", dice Maximiliano, en uno de los episodios del podcast.
"Estudiar me permite tener otros temas de conversación con mis hijas. Ellas me preguntan, yo les digo. En las visitas puedo, no sé, regalarles un dibujo que hice en el taller de diseño gráfico. Las conversaciones ya no son ¿cómo estás? ¿qué necesitas? Las puedo ayudar en tareas, puedo aprender de ellas", agrega Miguel.
En los pasillos del CUD hay murales, pintadas, escritos. Las aulas son espacios amenos. En la biblioteca atiende Mariano, que recibe libros de familiares o donaciones y ya tiene cerca de 7.000 ejemplares. En 1985, sumaron ejemplares que pertenecieron al escritor Ernesto Sábato.
Luis cayó preso una vez y decidió, en esos años, quedarse en los pabellones. Después de muchos años, en 2015, volvió a caer y los amigos lo convencieron de estudiar. Y se anotó para retomar el secundario.
"Primero me costó un poco, pero después le cacé el mambo al estudio, y lo terminé. Mi objetivo fue ir a la facultad, estudiar, y tratar de enseñarle a mis hijos y a mis nietos que hay otro camino", dice.
Dentro de las propuestas del CUD están, también, las carreras de grado para quienes tienen el secundario completo o lo completan en el penal. La más elegida es Derecho, pero también están Letras, Contador Público, Administración de Empresas, Psicología, Sociología y Filosofía.
El espacio tiene cerca de 200 alumnos en el CBC y se proyecta que, para finales de 2023, egresen 14 estudiantes de distintas carreras.
A través del podcast, las familias de los internos se conectan con una realidad diferente de la persona querida que tienen dentro del penal. El espacio ha llevado directores de cine, artistas y hasta periodistas -como Rodolfo Palacios- que compartieron la experiencia con los alumnos.
En el encuentro radial en que participó Télam se gestó el próximo episodio de Radioculta y el tema fue acordado por todos los estudiantes: el contexto, las repercusiones y las expectativas tras las elecciones PASO 2023.
"Las PASO me dejaron una sensación de descontento y confusión. Porque con esta elección se termina la salud pública, la educación pública y la ayuda a los que menos tienen. Yo nunca pensé poder tener acceso a una universidad, y acá estoy, y entonces pienso: ¿qué va a pasar mañana?," dice Leonardo, y prácticamente todos asienten.
En este contexto y con muchos temas de debate por delante, el próximo 4 y 5 de octubre tendrá lugar "Escuchar la cárcel", la primera conferencia regional de radios en contexto de encierro, un espacio fundamental para conocer todos los proyectos que trabajan en este ámbito en Argentina.
Con información de Télam