El cannabis es una planta que ha estado presente en la sociedad desde hace nueve mil años. Sus efectos psicotrópicos han tenido múltiples funciones, desde una relación religiosa hasta su uso más habitual en la actualidad, que es el motivo curativo. Su consumo ha estado sujeto a muchas relaciones comerciales y a un proceso legislativo más reciente, que ha facilitado su distribución de forma legal en la actualidad. Los productos derivados de esta sustancia son muy variados y el modelo de tienda CBD es un modelo de negocio rentable y adaptado a la sociedad actual. El público accede, de forma online, a una plataforma en la que se distribuyen diferentes productos que contienen cáñamo en la proporción adecuada.
El cannabis empezó a cultivarse en la zona del Asia Central a partir del año 7.000 AC, durante la etapa del Neolítico, un momento clave en la Historia de la Humanidad, pues es cuando se produce la sedentarización del ser humano, fruto del asentamiento de la agricultura y la ganadería como fuente de alimentación. En ese contexto, empieza a cultivarse el cáñamo, una planta que se expandió hacia otras regiones cercanas y se consolidó en Europa tres mil años después de sus primeros usos. Su consumo se ligó a cuestiones alimenticias, si bien muy pronto los ciudadanos advirtieron de sus efectos psicotrópicos y empezaron a utilizarlo para alcanzar un estado místico y con un uso medicinal, pues quedó patente el buen resultado que ofrecía a la hora de aliviar el dolor.
El creciente interés por esta planta llevó a su comercialización y se convirtió en otro producto que viajaba a lomos de caballos y en las bodegas de los barcos. China e India fueron los países que mejor explotaron, en ese sentido, el éxito del cannabis. Los faraones egipcios o la élite del Imperio Romano tenían acceso a su consumo, que se producía con fines principalmente lúdicos. Los conocimientos sobre el cáñamo y sus efectos eran ya conocidos, y muchos médicos lo aplicaban con objetivos medicinales.
Primeras apariciones literarias
La Edad Media fue un momento clave para la consolidación de este producto entre sociedades de todo el mundo, pues nace la primera literatura relacionada. El cannabis y sus características se incluyen en libros de Medicina. En este escenario, su consumo llega a Oriente Medio y los países islámicos, si bien chocó con los estamentos religiosos, al igual que ocurriría con el Cristianismo. Fue perseguido, por parte de las autoridades eclesiásticas, debido a que era considerado un producto satánico y asociado a la brujería.
Esta persecución no impidió su consumo, especialmente a partir del Siglo XVI, cuando la llegada de los europeos a América conlleva el traslado de esclavos, quienes introdujeron el cannabis en esta región. Los primeros cultivos aquí datan de mitad de dicho siglo y su consumo se fue extendiendo y generalizando. La presencia de tropas napoleónicos en Egipto reactivó su uso en territorio europeo, a la vez que se producen las primeras investigaciones en laboratorios. Durante el Siglo XIX, las empresas farmacéuticas crean los primeros productos derivados del cáñamo, que obtienen una consideración legal. Su control se regula, por parte de los respectivos Gobiernos en Europa, que entienden mejor el uso medicinal; un situación que, con sus variaciones, llega a nuestros días.