Familias de las viviendas afectadas por el derrumbe del jueves pasado en el barrio porteño de Caballito reclamaron hoy recuperar sus pertenencias y también una solución habitacional, mientras personal de la Guardia de Auxilio porteña informó que aún hay peligro de colapso en la zona y aguardan que la constructora a cargo de la construcción lindera presente una plan de obra para evitar otro desmoronamiento.
"En mi casa tengo un informe de un estudio jurídico de arquitectos, que relevó el pasillo de la medianera y estaba todo en orden justo antes de que iniciara la obra. Es una prueba y por eso queremos entrar a buscar nuestras pertenencias", contó hoy a Télam Gabriela Milanese, de 59 años, propietaria desde hace 14 años de uno de los PH que no se cayó y se encuentra al fondo del complejo en el que se produjo el derrumbe de dos viviendas en el que fallecieron dos personas.
Fuentes del Ministerio Publico Fiscal informaron hoy a Télam que la constructora a cargo de la demolición de la clínica que se encontraba lindera a las viviendas y la excavación realizada para la construcción de un edificio con dos subsuelos de estacionamiento se encuentra a cargo de Qubo Proyectos y Negocios.
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El sitio web de la constructora no se encuentra activo y ninguna persona atendió el teléfono de contacto aunque mencionan, entre otras obras, la proyectada sobre la avenida Pedro Goyena 551, contigua a la propiedad horizontal de más de 70 años.
En tanto, distintas familias acompañaban esta mañana a Milanese junto a sus hijos e hijas para reclamar por el ingreso a sus viviendas que no se derrumbaron y solicitaron una solución habitacional.
Según explicó Milanese, "la excavación era para hacer dos subsuelos de cocheras y no hubo ningún apuntalamiento, le mostramos al constructor cómo se empezó a desmoronar el pasillo y cómo se estaban separando las juntas de las baldosas pero nos dijeron que no nos preocupáramos, que no era peligroso, que se iban a ocupar de apuntalar e iban a hacer arreglos cuando terminara la excavación".
La propietaria informó que había realizado denuncias previas a la Defensoría del Pueblo y al Gobierno porteño mientras que pensaban realizar una demanda conjunta con el resto de los vecinos.
El día del colapso se encontraba trabajando y se retrasó por la lluvia, cuando un mensaje de WhatsApp de vecinos "pidió auxilio porque la medianera del pasillo se había derrumbado y había gente atrapada".
"Hemos consolidado esto para que ese tabique puesto de una pared a otra no se deslizara en caso de lluvia", explicó a las familias el oficial de Guardia de Auxilio, Walter Gómez Diz, presente en el lugar junto al personal de Guardia Civil, Bomberos y Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
"La segunda parte es un trabajo sobre un volumen que está en el aire, hay que demolerlo y tiene peligro de derrumbe porque no está sostenido con nada", indicó ante el reclamo de los vecinos.
Sobre esa tarea en particular, Diz explicó que deben aguardar a la constructora de la obra para que presente el plan de obra.
"Hoy vino a nuestras oficinas la empresa constructora y dijo que tiene dos alternativas: llenar todo con tierra o hacer una fundación y reconstruir el volumen. Pero le dije que lo tiene que presentar firmado por un matriculado en la mesa de entrada", informó Diz quien agregó que "sin eso, no podemos avanzar, porque es peligroso que entre alguien ahora".
Ante el reclamo habitacional, el oficial dijo que el señor de la constructora le contó que "había llamado al 108, a la Dirección General de Atención Inmediata, que es el que indica paradores a los indigentes".
Otro vecino reclamó a los gritos que "algún político presente la billetera para asegurarnos a cada familia una vivienda sobre Pedro Goyena con cuatro habitaciones, porque esto no se soluciona mañana y tenemos que gastar en comida, alquiler y tenemos chicos que empiezan las clases", un pedido que también apoyó Ingrid Vadalá, de 44 años, y habitante de una de las casas del complejo.
"Necesitamos ingresar a nuestras viviendas por nuestras pertenencias, la de adelante es la que tiene peligro de derrumbe. No trabajaron en todo el fin de semana largo y hoy tampoco, estamos en la calle, sin ropa, sin plata, sin comida", dijo.
En ese mismo sentido, agregó: "Nos ofrecieron hacinarnos en un hotel la primera noche, porque somos 14 familias de cuatro personas, pero no podemos vivir ahí indefinidamente, esto no se soluciona mañana porque no hay agua, no hay luz, ni gas y yo tengo dos nenes que empiezan la escuela el 26 de febrero".
A causa del derrumbe ocurrido el jueves pasado murieron dos hermanos: Nélida, una mujer de 75 años y Ramón, un hombre de 82, ambos habitantes de la misma casa.
El hombre tenía a su cargo un comercio de venta de productos para mascotas a dos cuadras del derrumbe y era muy querido en el barrio, según cuentan vecinos y los carteles con flores de despedida que le dejaron en el local.
El Fiscal General de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, instruyó el viernes pasado a la Fiscalía Nro. 22 a cargo de Mariela De Minicis para que investigue si existieron "irregularidades en la inspección y habilitación de la obra" en construcción.
Fuentes del ministerio Público Fiscal porteño indicaron hoy a Télam que "aún hay peligro de derrumbe", según informó el personal de Guardia de Auxilio y que "cuando las condiciones lo permitan, van a poder ingresar para tener las pericias correspondientes".
La AGC, que depende del Ministerio de Justicia actualmente a cargo de Gabino Tapia, es la encargada de inspeccionar las obras y sus instalaciones eléctricas, sanitarias, mecánicas, electromecánicas, de elevación vertical, térmicas, inflamables, incluyendo sistemas de prevención de incendios través de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras (DGFYCO).
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad denunció ese mismo día que ya había advertido al Gobierno porteño sobre "irregularidades de la obra lindante a las viviendas" que se derrumbaron.
Con información de Télam