Los búlgaros acuden a las urnas el domingo en las séptimas elecciones anticipadas en cuatro años, mientras los fracturados partidos políticos del país luchan por formar una coalición estable y los votantes se muestran cada vez más apáticos sobre el resultado.
Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea y uno de los más corruptos, ha estado plagada de gobiernos de puertas giratorias desde que las protestas contra la corrupción en 2020 ayudaron a derrocar una coalición liderada por el partido de centro-derecha GERB.
Las últimas encuestas publicadas el jueves sugieren más de lo mismo: ningún ganador claro y ninguna opción obvia para una coalición significativa. Se espera que la participación, en torno al 30%, sea la más baja desde la caída del comunismo.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La votación finalizará a las 1800 GMT y los sondeos a pie de urna estarán disponibles en torno a esa hora. Los resultados definitivos se conocerán en los próximos días.
A falta de una inesperada alianza política o de la repentina aparición de un líder unificador, la mayoría de los analistas prevén que el país volverá a las urnas a principios del próximo año.
"Hay una profunda crisis del sistema político", afirma Ognyan Minchev, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Sofía.
La disfunción es preocupante para Bulgaria, un país balcánico de 6,4 millones de habitantes que bordea el Mar Negro. Su adhesión a la UE en 2007 inauguró un periodo de optimismo marcado por el aumento del nivel de vida y el rápido crecimiento económico. Pero la crisis financiera mundial, el COVID y la guerra de Ucrania han mermado la inversión extranjera.
Ahora necesita urgentemente un periodo de gobierno estable para acelerar el flujo de fondos de la UE a sus infraestructuras y acercarse al euro.
El presidente Rumen Radev dio al partido de centroderecha GERB el mandato de formar gobierno tras las últimas elecciones de junio, en las que fue el más votado y obtuvo 68 puestos en el Parlamento de 240 escaños. Pero no consiguió formar una coalición mayoritaria.
Después se ofreció el mandato a otros partidos pero también fracasaron, lo que desencadenó estas elecciones.
Se espera que la participación se sitúe entre el 30% y el 32%, según datos de Alpha Research. Se trata de una cifra inferior al 75% de la década de 1990 y al 50% de hace sólo tres años.
Muchas de las personas con las que habló Reuters no tenían intención de votar. Pero algunos lo veían como la única forma de salir del pozo político.
"He decidido votar porque espero que por fin tengamos un gobierno regular", dijo el agente inmobiliario Stiliyan Todorov, residente en Sofía. "Pero puede que esas esperanzas ya se hayan hundido".
(Reporte adicional de Stoyan Nenov; edición de Alison Williams. Editado en español por Natalia Ramos.)