Al menos doce personas fallecieron en Rio de Janeiro debido a las fuertes tormentas que afectaron a esa ciudad brasileña del fin de semana, según el último balance anunciado hoy por las autoridades, que continuaban con las operaciones de rescate y asistencia a los damnificados.
"Mostramos toda nuestra ayuda y solidaridad con las familias de las doce víctimas, contabilizadas hasta ahora", señaló el gobernador de Rio, Cláudio Bomfim de Castro, tras presentar nuevos informes en una rueda de prensa.
Los barrios pobres y los municipios populares de la zona norte de Rio fueron los más golpeados por las inundaciones y deslizamientos de tierras, y algunas zonas del municipio de Duque de Caxias, en el área metropolitana, situada en la Baixada Fluminense, ofrecían un espectáculo de desolación, informó la agencia de noticias AFP.
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"Los habitantes recurrieron a todos los medios posibles, balsas, barcas o tablas de surf, para cruzar las zonas inundadas e intentar recuperar sus pertenencias abandonadas en sus hogares, en algunas áreas, el agua subió hasta 1,50 metros", indicaron voceros de la prefectura carioca.
"Perdimos todo, el agua subió hasta la altura de la ventana", se lamentó Michael Rodrigues Da Silva, un albañil de 37 años, con la ropa empapada, "después de un viaje para salvar lo poco que podía", afirmó.
"Voy a perder muchas cosas, es seguro, mi refrigerador, mi cama, mi armario, mis ventiladores, tuve que refugiarme de emergencia en casa de mis hijos en Tijuca, un barrio al sur de Rio", agregó a la AFP.
A dos calles de distancia, Leasir Martins De Lima, jubilada de 66 años, que vivió en el barrio durante 22, esperaba desesperadamente a que el agua bajara, mientras los bomberos intervenían en el lugar.
"Tenemos operaciones que concluir, algunas personas no abandonan sus casas, por miedo a dejar todas sus pertenencias", explicó Anderson Mariano, comandante de los bomberos del Estado de Río.
Las lluvias perturbaron profundamente la circulación en algunas vías, donde el agua llegó a alcanzar el capó de los coches. Algunas líneas de autobús y estaciones de metro tuvieron que cerrarse.
El lunes, a pesar de una mejora general, persistieron las dificultades de transporte.
Los episodios de fuertes lluvias e inundaciones no son excepcionales en la región, pero rara vez resultan ser tan mortíferos. Además, la ciudad de Rio de Janeiro se vio muy afectada por olas de extremo calor sin precedentes a finales de año, completó AFP.
Con información de Télam