El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría se mostró indiferente el martes ante la decisión del jefe de la diplomacia de la Unión Europea de trasladar una reunión de ministros de la UE de Budapest a Bruselas, en señal de desaprobación por el uso inicial de la presidencia de la UE por parte de Hungría.
"Todo me daba igual al principio y todo me da igual ahora", declaró Peter Szijjarto.
El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, actuó después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, iniciara una autodenominada misión de paz en Ucrania manteniendo conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
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Orban, un nacionalista que a menudo ha estado en desacuerdo con la política general de la UE, se embarcó en su misión sin coordinarla con otros líderes gubernamentales de la UE o con Ucrania, pocos días después de que Hungría asumiera la presidencia rotatoria del bloque de los 27 el 1 de julio.
"Tenemos que enviar una señal, aunque sea simbólica", declaró Borrell a la prensa el lunes en Bruselas tras la última reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE antes de las vacaciones de verano.
Borrell dijo que no había habido consenso entre los miembros de la UE sobre si asistir a la reunión ministerial en la capital húngara, Budapest, prevista para los días 28 y 29 de agosto, y a una reunión de ministros de Defensa posterior.
Dijo que había optado por trasladar ambas reuniones a Bruselas, dado que la mayoría de los países querían enviar un mensaje a Hungría por el acercamiento de Orban a Rusia, que está sujeta a sanciones de la UE por su invasión de Ucrania hace dos años y medio.
Con información de Reuters
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