Israel dijo que la ayuda está entrando en Gaza más rápidamente tras la presión internacional para aumentar el acceso, pero la cantidad es discutida y Naciones Unidas afirmó que sigue siendo muy inferior al mínimo necesario para cubrir las necesidades humanitarias.
Israel aseguró que el lunes entraron 419 camiones, la cifra más alta desde que comenzó el conflicto, aunque la Media Luna Roja y la ONU dieron cifras mucho más bajas. Asimismo, Naciones Unidas afirmó que muchos de ellos sólo iban medio llenos debido a las normas de inspección israelíes.
Seis meses después del inicio de la campaña aérea y terrestre de Israel en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás el 7 de octubre contra el sur de Israel, el devastado enclave palestino se enfrenta a una hambruna y una enfermedad generalizada, y casi todos sus habitantes se han quedado sin hogar.
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Las agencias de ayuda se han quejado de que Israel no garantiza un acceso suficiente de alimentos, medicinas y otros suministros humanitarios necesarios, y el responsable de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha acusado a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra.
El portavoz de la agencia humanitaria de la ONU (OCHA), Jens Laerke, también señaló las graves restricciones impuestas a la entrega de ayuda dentro de la propia Gaza el mes pasado, afirmando que Israel denegó el permiso a la mitad de los convoyes que intentó enviar al norte en marzo, y que las caravanas de ayuda de la ONU tenían tres veces más probabilidades de ser rechazados que cualquier otro.
COGAT, el departamento militar israelí responsable de las transferencias de ayuda, niega que esté obstaculizando la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, afirma que no hay límite en los suministros para civiles y culpa de los retrasos a la ONU, a las que califica de ineficaces.
La presión internacional sobre Israel se intensificó la semana pasada, incluso por parte de su aliado más cercano, Estados Unidos, después de que atacara un convoy de ayuda y matara a trabajadores humanitarios internacionales.
Francia ha afirmado que es necesario presionar más a Israel, y posiblemente imponerle sanciones, para que abra los pasos fronterizos y permita la entrada de más asistencia humanitaria.
Israel dijo el viernes que abriría para el suministro de ayuda el paso fronterizo de Erez, cerrado al norte de Gaza desde Israel, aprobaría más ayuda jordana a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, en el sur, y permitiría temporalmente que su puerto de Ashdod se utilizara para la cooperación.
Erez, el principal paso hacia el norte de Gaza antes de la guerra, lleva cerrado desde que fue destruido el 7 de octubre. Israel impuso un bloqueo total al comienzo de la guerra, pero ha permitido gradualmente la entrada de ayuda, primero a través del paso fronterizo de Rafah desde Egipto y después por el cercano paso fronterizo de Kerem Shalom desde el propio Israel.
Ninguno de los camiones que entraron en Gaza el lunes pasó por Erez.
PROBLEMAS DE DISTRIBUCIÓN
El aumento del flujo de ayuda a Gaza en los últimos días también ha sido señalado por los responsables de la Media Luna Roja en Egipto, que afirmaron que más de 350 camiones habían cruzado desde allí a Gaza el lunes y 258 el domingo. Se trata de una cifra muy superior a la de las últimas semanas, en las que el número no solía superar los 200 camiones.
Sin embargo, la UNRWA, la principal agencia de las Naciones Unidas en Gaza, dijo que 223 camiones habían entrado el lunes, menos de la mitad de los 500 camiones que dice que se necesitan diariamente.
En su informe diario de situación del martes, la UNRWA afirmó que "no se han producido cambios significativos en el volumen de suministros humanitarios que entran en Gaza ni en la mejora del acceso al norte".
Alrededor de 500 camiones con ayuda y otros suministros comerciales entraban diariamente en Gaza antes del conflicto, cuando el enclave también podía producir gran parte de sus alimentos mediante la agricultura y la pesca, actividades ambas que han cesado casi por completo.
La directora de comunicaciones de UNRWA, Juliette Touma, dijo que tanto los suministros humanitarios como los comerciales eran necesarios para Gaza porque toda la población dependía ahora de la caridad, lo que no era sostenible.
Laerke, portavoz de la OCHA, dijo que Israel suele contar los camiones a medio llenar que pasan por un proceso de control inicial, en lugar de los camiones reempaquetados y llenos para su entrega dentro de Gaza.
"Los camiones que entran, controlados por COGAT, suelen ir sólo medio llenos. Se trata de un requisito que han establecido con fines de control. Cuando contamos los camiones al otro lado, una vez recargados, están llenos", explicó Laerke.
Dijo que un problema mayor seguía siendo la distribución dentro de Gaza.
"Los convoyes de alimentos que deberían dirigirse especialmente al norte, donde el 70% de la población padece hambruna, tienen más probabilidades, de hecho tres veces más, de ser rechazados que cualquier otro convoy humanitario con otro tipo de material", afirmó.
"Cuando se pone el número estadístico de camiones que entran y se dice 'mira todos estos cientos de camiones que entran' y se contrapone con 'mira qué pocos camiones se han desplazado realmente con distribución' es una especie de gol en propia meta, ¿no?", afirmó.
El ejército israelí no respondió inmediatamente a una petición de comentarios sobre la afirmación de Laerke de que había restringido los convoyes dentro de Gaza.
(Reporte adicional de Tom Perry en Beirut; escrito por Angus McDowall; editado en español por Manuel Farías)