Día del Escultor: el legado de Fernando Pugliese en Formosa y la historia detrás del pesebre más grande de Argentina

Se trata de una obra que se encuentra en el Paseo Costanero de la provincia norteña y que fue impulsada por el mismísimo Papa Francisco.

17 de noviembre, 2024 | 09.00

Como en cada 17 de noviembre, hoy en Argentina se celebra el Día del Escultor y las Artes Plásticas en honor a Lola Mora, la primera escultora argentina y latinoamericana, reconocida internacionalmente por sus obras monumentales. En lo que al arte escultórico se refiere, la provincia de Formosa se destaca por contar con una de las obras más majestuosas e importantes del artista plástico bonaerense Fernando Pugliese (1939-2021): el Pesebre Creciente más grande del mundo.

Se trata de una obra hiperrealista que, en la actualidad, está compuesta por 150 piezas en tamaño real y natural, que se encuentran integradas en una ambientación especial, con un moderno sistema lumínico, emplazado en la Plaza de las Banderas de la Costanera capitalina. Las distintas escenas y secuencias, que narran el nacimiento del Niño Jesús en Belén, son acompañadas por música y un relato sonoro.

Esta iniciativa fue impulsada por el mismísimo Papa Francisco, quien encomendó a Pugliese la misión de realizar pesebres en tamaño real en diferentes partes del mundo, con un sentido didáctico. El gobernador Gildo Insfrán, al conocer este pedido, encargó esta obra a Pugliese para la provincia, con el fin de difundir el mensaje del Sumo Pontífice. 

"Hablando con el Gobernador de Formosa, se pensó en hacer un Pesebre Creciente: es decir, un pesebre que vaya creciendo hasta convertirse en el más grande del mundo, y hoy lo es", rememoró Pugliese años atrás. Cada año, el pesebre suma nuevas figuras: en el 2016, cuando fue inaugurado, contaba con 124 piezas, mientras que actualmente ya son 150. Otra característica a destacar es que el pesebre formoseño es el único pesebre en crecimiento cuyas piezas están modeladas en tamaño natural, lo que da cuenta de la proeza escultórica del artista.

Consultado sobre su proceso de trabajo y los materiales utilizados, Pugliese declaró en su momento: "El material con el cual se realizaron las figuras es un plástico especial, que tiene dos componentes de fibra de vidrio, que hace de trama. Lo más importante es preparar la arcilla, con la cual elaboro las figuras, las caras y los detalles. Antes de que la arcilla se seque y se quiebre, yo saco el molde. El proceso es parecido al que realiza un dentista con la pasta". Además, precisó que cada figura, con su molde, le demandó unos 40 días de trabajo. En el 2021, con 81 años de edad, Fernando Pugliese falleció, dejando un legado en la comunidad que no hace más que reflejar la fe cristiana y el espíritu festivo del pueblo formoseño.

Una obra que perdura

Todos los años, el grupo Meraki, un equipo de restauradores y artesanos formoseños, se encarga de acondicionar el Pesebre Creciente para detener el paso del tiempo en sus más de 500 piezas. "Vinieron profesores de Buenos Aires, del estudio Pugliese, y nos capacitaron para seguir nosotros con la restauración cada año", explicó la coordinadora de la restauración actual, Victoria Fleitas.

El grupo Meraki está compuesto por siete profesores del Instituto Albertazzi, pero también cuentan con ayudantes y trabajadores que se dedican a distintos rubros, como carpintería, herrería y cestería. "Tenemos cerca de 150 personajes para restaurar, entre animales y personas, y cerca de 500 objetos entre tanques, la estructura de la casa, palmeras, frutas y otras cosas. Los materiales son de acá, de Formosa", informó Fleitas. Debido a que las piezas están expuestas permanentemente, esta restauración se realiza al menos una vez al año. En esta ocasión, los trabajos comenzaron el 8 de noviembre y y culminarán el 8 de diciembre, con la puesta en escena y entrega del Pesebre. 

Consultada sobre el proceso de restauración, Fleitas detalló: "Las piezas están hechas en fibra de vidrio y nosotros las restauramos con ese mismo material, una por una. Ahora estamos en el proceso de limpiar cada pieza: se hace un lavado, luego se empieza a lijar, se ve cuáles son las que están maltratadas y a esas se les hace otra vez el proceso de la fibra de vidrio. Por último, se hacen las capas de pintura, que son entre 20 y 25 capas por pieza".

Por su parte, otro de los integrantes del grupo Meraki, el profesor Gabriel Bareiro, comentó que luego de colocar las capas de pintura se empieza a trabajar en los detalles. "El grupo se divide en quienes se encargan de hacer los animales, otros se encargan de los rostros humanos, y así. Este trabajo lleva bastante tiempo, cada pieza tiene su proceso, y además dependemos del clima", indicó el especialista. Según Bareiro, el secreto para mantener las piezas en óptimo estado es seguir los pasos que indicó el artista,  respetando los colores que utilizó. 

Para finalizar, el especialista reflexionó sobre su labor como restaurador y la responsabilidad que esto conlleva. "Mis alumnos ya saben que trabajo acá y se siente algo lindo ese reconocimiento. A pesar de que no es nuestra obra, sino de otro artista, es como seguir el camino de alguien muy importante en Argentina", concluyó Bareiro.