Estados Unidos ve la caída de Bashar al-Asad como una oportunidad extraordinaria para librar a Siria "de una vez por todas" de las armas químicas utilizadas por su régimen para matar o herir a miles de personas en su guerra civil, dijo el jueves una alto cargo estadounidense.
Washington respaldará firmemente los esfuerzos del organismo mundial de control de armas químicas para eliminar el arsenal químico de Siria, dijo a Reuters Nicole Shampaine, embajadora de Estados Unidos ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), en una entrevista previa a una sesión a puerta cerrada sobre Siria en La Haya.
Siria se unió a la OPAQ en 2013 como parte de un acuerdo ruso-estadounidense y aceptó destruir por completo su armamento químico. Sin embargo, tras más de una década de inspecciones, Siria aún posee municiones prohibidas y los investigadores descubrieron que fueron utilizadas repetidamente por las fuerzas de al-Asad durante los 13 años de guerra civil.
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"Queremos terminar lo que empezamos y es realmente una oportunidad para que los nuevos dirigentes sirios colaboren con la comunidad internacional y con la OPAQ para concluir esta tarea de una vez por todas", dijo Shampaine.
Shampaine espera que "haya mucho apoyo para intentar aprovechar esta oportunidad (...) y conseguir que Siria cumpla con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Químicas".
La OPAQ es una organización con sede en Países Bajos encargada de aplicar el tratado de no proliferación química de 1997. Supervisó la destrucción de 1.300 toneladas métricas de armas químicas y precursores sirios, una gran parte en un buque estadounidense equipado con sistemas especializados de hidrólisis.
Siria, cuando estaba gobernada por al-Asad, y Rusia, su aliado militar, siempre negaron haber utilizado armas químicas en la devastadora guerra civil siria.
Tres investigaciones —un mecanismo conjunto de la ONU y la OPAQ, el equipo de Investigación e Identificación de la OPAQ y una investigación de crímenes de guerra de la ONU— concluyeron que las fuerzas gubernamentales sirias utilizaron el agente nervioso sarín y bombas de barril de cloro en el prolongado conflicto con las fuerzas de la oposición.
Dado que Siria sigue sumida en el desorden, con una miríada de grupos armados en todo el país, la OPAQ se preocupará de actuar con rapidez para evitar que cualquier arma química caiga en manos equivocadas.
Las prioridades inmediatas, según fuentes diplomáticas, incluyen localizar y asegurar los emplazamientos de armas químicas, hacer inventario de las sustancias químicas y municiones restantes y determinar cómo y dónde destruirlas de forma segura.
La cuestión se abordará en una sesión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ, compuesto por 41 miembros, convocada a raíz del repentino colapso el pasado fin de semana del gobierno de Asad ante una fulgurante ofensiva rebelde tras años de estancamiento en el campo de batalla.
Con información de Reuters