Tres nuevos atropellamientos de fauna silvestre se produjeron en ocho días en las rutas de Misiones que atraviesan parques y zonas protegidas para la fauna autóctona, informaron hoy desde el Instituto Misionero de Diversidad, (IMIBIO).
En menos de una semana, murieron dos ejemplares de ocelotes, víctimas de conductores imprudentes.
El primer atropellamiento ocurrió el viernes 15 de septiembre sobre la ruta nacional 101, en el acceso al Parque Nacional Iguazú.
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El cuerpo del felino fue encontrado al costado de la cinta asfáltica por un guardaparques, quien avisó a las autoridades.
En tanto, el día 20, la imprudencia de los conductores se cobró la vida de una cría de la misma especie en Comandante Andresito, sobre la misma ruta.
En este caso, los restos del animal fueron hallados por personas que transitaban por la vía y al observar el cuerpo del felino al costado del camino; decidieron parar a tomar fotografías y videos, que compartieron a través de sus redes sociales.
Tras la viralización de las imágenes, fuentes especializadas lograron establecer que se trataba de una cría hembra de ocelote que había muerto como consecuencia de un siniestro vial.
El ocelote es una especie de felino que pesa entre 7 y 15 kilos y las hembras pueden gestar entre una y cuatro crías.
Su distribución actual es Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán y Misiones, donde su ubica principalmente en la Zona Norte de la provincia. También es conocido como gato onza y es el tercero en tamaño después del yaguareté y el puma.
A nivel nacional el ocelote se encuentra en estado vulnerable debido a la pérdida y degradación de su hábitat, caza ilegal y atropellamiento en rutas.
Desde 2003 el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA), Proyecto Yaguareté y Conicet comenzaron los relevamientos con cámaras trampa enfocados en yaguareté principalmente.
Sin embargo, siempre tuvieron en cuenta a los otros felinos y en ese tiempo hubo 2.500 registros de ocelotes.
Por su parte, el viernes 22, también se produjo el atropellamiento de un individuo adulto de Tatú Grande, cuyos restos fueron encontrados, aplastados, a la vera de un camino que une las localidades de Capioví y Puerto Rico.
Estas pérdidas de ejemplares afectan la biodiversidad misionera y vuelven a poner en evidencia la falta de conciencia de los conductores que no respetan el límite de velocidad establecidos, como así también la ausencia de elementos de control que permitan sancionar a quienes lo infringen.
Al respecto, el director general ejecutivo del IMIBIO, Emanuel Grassi hizo un llamado a la reflexión a toda la sociedad y principalmente a la misionera, custodia del 52% de la biodiversidad de Argentina.
"La situación actual planeta es crítica, recientemente se publicó el trabajo de actualización sobre el estado de los nueve límites planetarios de K. Richardson, donde la pérdida de biodiversidad se encuentra en estado alarmante y por consecuencia nuestra vida", indicó.
"En este sentido los atropellamientos reflejan el poco acercamiento en post de la convivencia que históricamente llevamos como sociedad. Como misioneros debemos ser conscientes que vivimos en uno de los 36 hotspot (punto de acceso) de biodiversidad, la vida de muchas especies depende de que levantemos el pie del acelerador ", manifestó Grassi.
Con información de Télam